Detrás de la belleza de la mujer que ha sabido llevar con dignidad sus cicatrices, existen eventos que quisieron aplastarla, pero, sobre todo, una historia de gracia que transformó en belleza sus cenizas.
Porque hay heridas que finalmente cicatrizan y merecen nuestra gratitud, aunque solo tenga sentido para nosotras…
Por esas lágrimas calientes que rodaron por tus mejillas y que solo tu almohada conoce.
Por los malos consejos recibidos.
Por las críticas hechas desde el juicio y la arrogancia.
Por las malas decisiones.
Porque al arrojarte al polvo, te aferraste a la posibilidad de levantarte y reconstruírte.
Por las amistades con abrazos falsos.
Por las noches en soledad.
Por las rodillas temblorosas.
Por las inseguridades escandalosas.
Porque al debilitarte sin compasión, la Gracia te sostuvo en su abrazo protector.
Por la fuerza de su amor.
Por la seguridad de su presencia.
Por el regalo de su paz.
Por darle sentido a tus pisadas.
Por premiarte con nuevas y mejores oportunidades.
Por la realización de que ninguna lágrima derramada en el regazo de Dios pasa desapercibida.
Sonríe, porque esa sonrisa te ha costado muchas noches en vela, aunque nadie más lo entienda.
¡Celebra el camino recorrido!
Amor y Gracia
Sandy
