Al ritmo de mi propio baile

Existe un sentido de propósito reservado especialmente para las que transforman en confeti el polvo de su desierto.

 

Para mi amiga descubriendo música en sus cicatrices…

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Querida amiga,

Cada día confirmo que los desvíos del camino, los duelos vividos y transformados, los sueños rotos superados suelen ser milagros envueltos en papel periódico, gracia en rosales bordados de espinas, oportunidad vestida en harapos.

Salen a nuestro encuentro en diferentes escenarios, y pocos logran identificar su misión, abrazar su encomienda y rendirse ante la operación a corazón abierto que caracteriza su visita.

Le temen a la posibilidad de quedarse estancados en el valle pantanoso de las emociones incómodas; sin embargo, tú desarrollaste el coraje de rugir con determinación y valentía, aunque sentias que el mundo se desvanecía ante tus ojos.

Te negaste a quedarte postrada comiendo del polvo de tu miseria. Le informaste a tu alma que saldrían de esta batalla mejor, mucho mejor que antes de entrar en ella.

El solo hecho de haber tomado el control de tu diálogo interior y ajustar tus pensamientos en la trayectoria de tu victoria, comenzó a germinar en ti una perspectiva colorida, fresca y prometedora.

En la transición, experimentaste el poder del perdón, la trascendencia de la gracia divina, la relevancia de una fe imperfecta. Te despojaste de tu incesante deseo de complacer a otros mientras te olvidabas de ti misma.

En  ese despertar, descubriste que amarte no solo era un acto de dignidad, sino de humildad. Reconocerlo te permitió ponerte en pie y construir  una obra obra de arte con las piezas rotas del camino.

Al ritmo de tu propio baile, descubriste música en tus cicatrices.

 


Amor y Gracia

Sandy

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Sandy
Hola, soy Sandy, amante de la lectura, el café y la escritura sencilla y honesta. Convencida de que existe una complicidad especial entre el silencio y una taza de café caliente entre las manos. Es mi deseo que mis palabras te acompañen, abracen y alivien.