La Cruz nos recuerda que el dolor y la oportunidad caminan de la mano, que los finales son nuevos comienzos, que el amor y la gracia divina siempre prevalecen.
Más allá de la
religión
Más allá de las
cuatro paredes de la iglesia
Más allá de mis
culpas y malas decisiones
Más allá de mis
heridas maquilladas
Más allá de decir
“Amén”
¡Existe un lugar!
Más allá de mis
creencias
Más allá de mi
cansancio
Más allá de la
opinión que tengo de mí misma
Más allá de la
opinión que los demás puedan tener de mí
Más allá de mis
expectativas y sueños abortados
¡Existe un lugar!
¡Sí, existe un lugar!
Más allá de mis
fracasos
Más allá de mi
ansiedad
Más allá de mi
vulnerabilidad
Más allá de mis
miedos
Más allá de mis
limitaciones y debilidades
¡Existe un hermoso
lugar!
Donde Dios sale a mi
encuentro
Donde Dios me abraza
en mi momento más bajo
Donde Su amor me
recibe con aplausos y celebración
Donde puedo comenzar
otra vez
Donde mi fe florece
con la ternura y confianza de un niño
Donde el miedo deja
de ser un obstáculo que impide mi crecimiento
Donde puedo ser
fuerte a pesar de mi fragilidad
Donde puedo bailar al
ritmo de su gracia
¡Ese lugar es real!
¡Yo soy la invitada de honor!
____________
Amor y gracia,
Sandy