viernes, octubre 04, 2024

VAS BIEN, VAS MUY BIEN

 


La fortaleza también se viste de vulnerabilidad, es más, es uno de sus atuendos favoritos.

 


Para mi amiga inconsciente de su legado de valentía...

 

Querida amiga,

Deberías ver lo lindo que luce tu jardín desde mi perspectiva de admiración y respeto.

A veces somos las últimas en apreciar lo mucho que hemos avanzado en el camino de nuestra transformación. Luchamos por sobrevivir día a día que rara vez nos queda fuerza para evaluar nuestras huellas de progreso.

Abrázate con fuerza, abrázate con gracia, abrázate consciente de lo mucho que te ha costado llegar hasta aquí. Respira, sonríe, agradece.

 Te mereces una ovación, aunque solo tú entiendas la profundidad de cada lágrima, de cada herida, de cada pensamiento que intenta robarte la paz.

Sé buena contigo. Siéntete orgullosa por la actitud resiliente que has adoptado, por responder con fe y esperanza a los desafíos que intentan desanimarte y desenfocarte de tu objetivo. Haces de tus cicatrices un mapa de vida para los que quieran cobijarse bajo tu sombra.

Sé que estás cansada, no es para menos. Eres sabia al reconocer tu cansancio físico, mental y emocional. Honrar el agotamiento te permite tomar tiempo para hacer una pausa, escuchar con amor a tu cuerpo y besar la quietud. Sí, es prudente aceptar esta invitación de lujo para poder continuar tu viaje con propósito, ligereza y enfoque.

Vas bien, vas muy bien. Al igual que el bambú, enfócate en profundizar tus raíces en la oscuridad de la tierra donde has sido plantada y, en el tiempo dispuesto por Dios, te elevarás con gracia y plenitud.

Vas bien, vas muy bien.

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Amor y gracia,

Sandy