viernes, septiembre 06, 2024

HÁBLATE CON CARIÑO

Quizás el paso de valentía que tanto anhelas comienza con poner en “mute” esa voz que constantemente te desaprueba.

 

Para mi amiga que se autoevalúa despiadadamente.


Querida amiga:

Gracias por permitirme acompañarte en este momento donde tus emociones están

patas arriba y no puedes ver más allá de la nube gris que obstruye tu perspectiva.

Tranquila, cariño, a todos nos pasa. Lo importante es que entiendas que no estás sola.

Con amor y paciencia esa mochila que tanto pesa en tu corazón se debilitará y se transformará en oportunidad de crecimiento, si así lo dispones. Verás, por años le has brindado café y galletas a las voces de la crítica, la culpa y la autoexigencia desbalanceada, dejando en un rincón la valiosa opinión de las grandes cualidades que embellecen tu ser. 

Amor propio es reconocer las cosas buenas y no tan buenas de nosotras mismas. Quererte, es aprender a bailar el vals de la vida con tus luces y sombras —nutrir tus talentos y virtudes, honrando el espacio reservado para el aprendizaje y la transformación progresiva—.

¿Cuándo fue la última vez que te tomaste un latte en compañía de todas las cualidades que admiras de ti misma? Te invito a hacer una lista desde la honestidad y la autoempatía, como si estuvieras describiendo a tu mejor amiga. Esa que conoce todo acerca de ti, te ama, no te juzga, ríe con tu risa y llora con tus penas.

Transforma la crítica destructiva en afirmaciones de amor y compasión. Un día a la vez o un minuto a la vez, aquí no cuenta la velocidad sino la dirección.

Háblate con respeto, tanto con tus palabras como en tus pensamientos, porque tu alma escucha.

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Amor y gracia,

Sandy