viernes, agosto 09, 2024

EL ABRAZO QUE NO PUEDE FALTAR

 

Ser amable conmigo misma no es un simple acto de educación, es una digna demostración de autorespeto.

 

Solo Dios sabe lo que me ha tocado transitar. Miro el camino recorrido, respiro, sonrío, se me hace un nudo en la garganta , me regalo un abrazo de gracia.

Mis brazos forman un escudo de protección sobre mi pecho, uso mis manos para darme palmaditas de admiración. He llegado hasta aquí, estoy conmigo, no estoy sola.

Lo estás haciendo mejor de lo que piensas”, me lo digo una vez, me lo digo dos veces, me lo digo las veces que sean necesarias, hasta que sienta que el poder transformador de mis palabras me calman, me centran, me plantan en la senda del amor.

Hablarme bonito, hablar bien de mi, respetar mis tiempos y no exigirme más de lo que puedo sostener, es una manera honesta de honrar el amor que se me ha concedido, el amor que hace sonreír mi alma, el dulce amor de Dios.

Respiro, sonrío, se me hace un nudo en la garganta , me regalo un abrazo de gracia.

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Amor y gracia,

Sandy