viernes, junio 21, 2024

NO ESTOY SOLA, ESTOY CONMIGO.


Ahi,  donde el alma sonríe y encuentra paz
.

 

Confieso que acepté la invitación con un poquito de reservas… ¿Será que sí? ¿Será que no? Pero, a medida que abrazaba la idea, mi interior se iluminaba con rayitos de ilusión que se sentían como mariposas traviesas jugando en  jardín florido.

Me puse un vestido dominguero, mis sandalias favoritas, colorcito en las mejillas, y salí disparada a la aventura frente a mí.

De camino, noté algo peculiar, la naturaleza parecía celebrar mi decisión —los arboles bailaban las notas musicales entonadas por la brisa fresca, mientras que las nubes montaban la coreografía con formas que armonizaban a la perfección con el azul capri del cielo—. Un guiño de ojo divino, aplausos de aprobación de parte del creador.

Llegué a mi cita sin prisa, decidida a disfrutar cada instante, saborear el presente y, por supuesto, honrar la compañía. Como siempre, ordené un latte de caramelo, acompañado de un crepe de limón. Cada sorbito supo a gloria, cada bocado fue mágico y, ni hablar de la conversación, salí renovada.

Una plática amena, amorosa y sanadora. Un paseo que muchas veces cuestiono, pero que siempre  deja mi alma desbordada de calma, creatividad y gratitud. Una cita conmigo misma, un tiempo especial donde recuerdo que no estoy sola, que estoy conmigo.

Amor y gracia,

Sandy