No le prestes mayor atención a la crítica, a veces es pura travesura de la admiración jugando a los disfraces.
Para mi amiga que la hacen sentir oveja negra.
Querida amiga:
Gracias por permitirme compartir contigo estas palabras que, aunque no son
perfectas, han sido bordadas desde el amor y el respeto, con la esperanza de
pintar aliento en esos rinconcitos en tu interior que duelen más de la cuenta.
Me gustaría prestarte mis ojos para que puedas verte con asombro y
gratitud. Hace falta buenos ovarios para atreverse a caminar en vía contraria
al mundo presente, celebrar tu individualidad, defender tu voz y crear nuevas
veredas con el poder de tu instinto y determinación.
El camino no ha sido fácil, solo tú sabes las bofetadas de las críticas sin compasión, el peso agobiante de las dudas, los miedos, los dolores de cabeza, las lágrimas amargas, las noches en vela. Pese al tamaño de tu adversario y del tsunami de emociones despeinadas que ruge en tu interior, te atreves a confiar en tus imperfectos y temblorosos pasos de fe.
¿Ahora entiendes mi admiración?
Caminas la vereda de los valientes de la mano de tu vulnerabilidad.
Rompes el molde, dibujas fuera de las líneas, bailas sobre las olas de la
adversidad con la certeza de que el mañana te sonreirá y te premiará con
mejores oportunidades. Cuestionas todo aquello que no encaja con tu propósito
de vida y crecimiento personal.
Desapareces con elegancia de los
lugares donde no eres bien recibida, te niegas a sacrificar tu esencia en el
altar de las tradiciones sin fundamento. Eres consciente de lo que aportas a tu
entorno.
Concédeme el honor de levantar esos
brazos caídos que en más de una ocasión han sido el compás de mi fuerza.
Permíteme refrescar tus pies agotados de este pantanoso camino que ha nublado
tu visión y, recordarte que, las ovejas negras son protagonistas de grandes
proezas gracias a su curiosidad, determinación, liderazgo y, por supuesto, amor
propio.
Lo que para muchos pudiera ser un acto de rebeldía, otros pudieran
considerarlo una expresión honesta de amor propio y respeto personal. No
sacrifiques tu autenticidad en al altar de la moda del momento. ¡Actúa desde la
belleza de tu esencia!
Amor y gracia
Sandy