¡Un brindis por esas amigas que transitan nuestro corazón con guantes de seda y usan sus palabras como bálsamo!
Benditos espacios sagrados dónde mi carga interna es desvestida con manos
de seda, dónde no hay lugar para juicios ni reproches impertinentes, sólo la
almohada de un pecho rebosante de amor y comprensión.
Una mirada compasiva que intenta sentir como siento o al menos me acompaña como
farolito para que mis pies no resbalen. Labios pintados de sabiduría que dibuja
un paisaje donde la tristeza baila con la felcidad, la duda con la fe, y mis limitaciones presentes con la esperanza. Dulce empatía que me invita a
florecer justo donde he sido plantada.
Gracias por tus abrazos de miel, por calmar mis tormentas mentales con tus
sabias y amorosas palabras. Me alientas a esperar lo mejor, a vestirme con paciencia y confianza, mientras germina la abundante siega reservada para
aquellos que deciden transitar los pantanos propios de la vida con fe, calma y
fuerza de voluntad.
Benditos espacios sagrados dónde puedo desnudar mis emociones frente a la dulzura de tu mirada compasiva y llena de bondad. Se aligera mi carga, siento alivio, puedo escuchar una nueva melodía que me anima a caminar con la mejor actitud posible ante la encomienda que la vida trajo a mi puerta.
¡Gracias por tu amistad!
Amor y Gracia,
Sandy