viernes, junio 16, 2023

Háblate con respeto, que tu alma escucha

 


Quizás el paso de valentía que tanto anhelas comienza con poner en “mute” esa voz que constantemente te desaprueba.

 

Para mi amiga que se autoevalúa despiadadamente.

Querida amiga:

Gracias por permitirme acompañarte en este momento donde tus emociones están patas arriba y no puedes ver más allá de la nube gris que obstruye tu perspectiva. Tranquila, cariño, a todos nos pasa. Lo importante es que entiendas que no estás sola. Si así lo dispones, con amor y paciencia, esa mochila que tanto pesa en tu corazón puede debilitarse y  transformarse en oportunidad de crecimiento.

Verás, por años le has brindado café y galletas a las voces de la crítica, la culpa y la autoexigencia desbalanceada, dejando en un rincón la valiosa opinión de las grandes cualidades que embellecen tu ser. Regálate un espacio sin juicios, reservado para reflexionar sobre las sombras y luces de las características que tejen tu esencia.

¿Cuándo fue la última vez que te tomaste un latte en compañía de las cualidades que admiras de ti misma? Te invito a hacer una lista desde desde la honestidad y la empatía, como si estuvieras describiendo a tu mejor amiga —esa, que conoce todo acerca de ti, te ama y no te juzga. Que ríe con tu risa y llora con tus penas.

Transforma la crítica destructiva en afirmaciones de amor y compasión, honrando la transformación progresiva que cada paso en la dirección correcta provee.  

Háblate con respeto, tanto con palabras como con tus pensamientos, que tu alma escucha.

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Amor y gracia,

Sandy