Riega con bondad y perseverancia aquello que quieres que florezca en ti.
Para mi amiga tratando de desenredar sus nudos mentales.
Querida Amiga:
Inhala… exhala… inhala… exhala… inhala… exhala…, muy bien, ahora regálate
una sonrisa. ¿Sabías que el ritmo de nuestra respiración nos enseña
una valiosa lección de vida? Bailar al compás de nuestro aliento, mientras
aprendemos el arte de soltar y recibir. De igual manera, cada instante nos
concede la oportunidad de elegir un pensamiento sobre otro.
No caigas en la trampa de
rumiar en argumentos y charlas internas cuyo único propósito es pintarte el
peor escenario y perpetuarte en un bucle de miedo y desesperanza. No, no eres
esclava de todo lo que vuela sobre tu cabeza e intenta hacer nido en ella. Eres
libre de cuestionar su validez, tienes poder de elección. Un pensamiento sana
otro pensamiento.
¿Por qué sentar a tu mesa pensamientos que
despiertan tristeza y te hacen sentir ansiosa? ¿Cómo te sentirías sin
ellos? Sé buena contigo. Toma control de
tu dialogo interno, sonríele a la esperanza, concédele la oportunidad de adobar
tu perspectiva con amor y gracia. Amor, para que no toleres lo que te roba la
calma; gracia, para que siempre cuentes con el regalo de un nuevo comienzo.
Vístete de paciencia y
confianza. A medida que cultivas afirmaciones alineadas a tu propósito y
esencia, florecerán sentimientos y emociones que aliviará la pesadez de tu
corazón, coronándote con una visión más clara, más noble, lejos de culpa y
enjuiciamientos dañinos.
Piensa bonito, siente bonito.
Inhala… exhala…
inhala… exhala… inhala… exhala… sonríe.
Amor y gracia,
Sandy