viernes, febrero 24, 2023

DE FRENTE, ADELANTE, CON LA CABEZA EN ALTO


La verdadera transformación ocurre en el proceso.

 

Para mi amiga que a veces lee cosas que, en vez de ayudarla, la hacen sentir peor…

Permíteme compartirte una frase que con frecuencia la encontramos publicada en diferentes variaciones y formatos y, aunque a grandes rasgos el núcleo de su mensaje encierra una verdad, algunas pudiéramos interpretarla como un “todo o nada”, generando un tsunami de emociones, principalmente en estaciones de vulnerabilidad:

“No puedes avanzar hasta que sanes las heridas del pasado”.

En nombre de todas las mujeres que en algún momento hemos leído esta frase y nos sentimos estancadas en nuestro dilema, porque hay heridas que toman más tiempo que otras en cicatrizar, les comparto esta reflexión:

La sanidad emocional no es un evento de un día. Es un proceso que requiere tiempo, paciencia, determinación, amor propio, pero, sobre todo, mucha gracia.

No hay una línea de tiempo específica que aplica a todo el mundo ni Dios anda apurado exigiéndonos más de lo que podemos manejar. En sus manos, nuestras heridas son tratadas con mucho amor y respeto. Velando siempre nuestra dignidad e integridad. Recuérdalo siempre.

 Si cambiamos el “hasta que” por un “a medida que”, nos abrimos a la transformación propia de la transición. De igual manera, si integramos lo que conocemos en gramática como gerundio, tanto al verbo sanar como al verbo avanzar, la verdad de la frase se eleva drásticamente. No nos estanca en nuestra disyuntiva, sino que somos invitadas a celebrar nuestra sanidad de manera consiente y progresiva.

Sanando = Estoy sanando = Proceso

Avanzando = Estoy avanzando = Proceso

Voy sanando, voy avanzando, voy celebrando cada pasito… un día a la vez. Porque a medida que sanas, avanzas.

“Vas delante y detrás de mí, pones tu mano de bendición sobre mi cabeza”.

 - Salmo 139:5 (NTV)

Amor y gracia,

Sandy