viernes, noviembre 18, 2022

LIMONADA FRESCA PARA CORAZONES EN TRANSICIÓN

 

“No desentierres en duda lo que sembraste en fe”
- Elisabeth Elliot

 

Creer es recibir.

¿Qué promesa ha sembrado Dios en el jardín de tu corazón específicamente para esta temporada en tu vida?

No te sorprendas si vientos confusos de duda y temor luchan de manera activa por ahogar tu semilla de fe, es más, creo que nos hace bien hacer las paces con ese panorama, ya que la lógica humana camina en vía contraria a la soberanía divina.

Pero ¿cómo manejamos esos sentimientos tipo zigzag que llegan sin pedir permiso? Lo primero es, descansar en la seguridad de que Jesús entiende nuestra vulnerabilidad. No, no estamos solas en este dilema, su amor calma nuestra ansiedad.

Lo segundo sería, no brindarle galletas ni café a esos pensamientos que nos apartan de nuestro núcleo de paz. Podemos estar conscientes de que están ahí, y al mismo tiempo tomar la valiente decisión de anclar nuestro enfoque en la autoridad suprema que diseña nuestro destino —descansando en su compañía, meditando en sus palabras de gracia y afirmación, dibujando en el lienzo de nuestra imaginación el cumplimiento de sus promesas en nosotras.

Abraham se convirtió en padre de multitudes a pesar de tener cien años y una esposa estéril de noventa; aun cuando no había motivos para tener esperanza, reposó su corazón en la promesa que Dios le había dado.

Amiga, no pierdas la esperanza en tu proceso de transición, recuerda que tus sentimientos siguen tus pasos de fe. Sí, llegarán pensamientos desalentadores. Sí, nos abrazarán sentimientos no deseados, pero Dios es superior a todo eso y nos invita a descansar en su habilidad.

La fe no es una negación de la realidad, sino la afirmación de lo que Dios puede hacer en medio de ella. Descansa tu corazón en esta verdad… poco a poco, un día a la vez o unos cuantos minutos a la vez.

Amor y gracia,

Sandy