viernes, diciembre 10, 2021

ENTRE FLORES Y ESPINAS



Pretender menos y abrazar más mi imperfección —en ese incómodo lugar florece la gracia que tanto anhela mi alma.

 

Cuando mis emociones amanecen despeinadas.

Cuando se me dificulta explicar la razón de la ansiedad que me aprieta el pecho.

Cuando mis lágrimas hablan más que mil palabras.

Respiro profundo.

Respiro otra vez.

Respiro cuantas veces sea necesario.

Y recuerdo que, Jesús entiende los garabatos en mi corazón.

Eso me hace sentir mejor.

Mucho mejor.

 

Cuando mis pensamientos parecen cafetería en hora pico.

Y mis emociones, caricatura de shock eléctrico.

Él no me cuestiona.

No me sermonea.

No me hace sentir culpable.

Respiro profundo.

Respiro otra vez.

Respiro cuantas veces sea necesario.

Y recuerdo que, Jesús entiende los garabatos en mi corazón.

Eso me hace sentir mejor.

Mucho mejor.

 

Su amor calma mis miedos.

Su amor me llena de esperanza.

En sus manos, mis dilemas son semillas de gracia y propósito.

Soy amada, comprendida, bendecida.

Saberlo me hace sentir bien,

Vivirlo, mucho mejor.

 

“Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas. Cuenta las estrellas y llama a cada una por su nombre. ¡Qué grande es nuestro Señor! ¡Su poder es absoluto! ¡Su comprensión supera todo entendimiento!”

 – Salmo 147:3-5 (NTV)


Amor y gracia,

Sandy