viernes, marzo 26, 2021

LOS ZIGZAGS SON PARTE DEL CAMINO

 


“Donde termina tu fuerza, comienza la gracia de Dios”

        – Anónimo

 

 

Caminar en fe es andar en vía contraria al razonamiento humano. Es tomar la decisión de creerle a Dios, aunque nuestros pensamientos y emociones tengan los argumentos perfectos para contradecirlo.

 

Se vale llorar.

Se vale sentir lo que sientes.

Se vale admitir el tamaño de la montaña.

Se vale rendirse, pero solo a los pies de Jesús.

 

Ahí nuestras lágrimas son atesoradas,

nuestras emociones respetadas,

nuestras heridas tratadas con dignidad.

 

Y, en esa lucha interna, donde la duda y la vulnerabilidad hacen todo lo posible por apagar la llama de nuestra debilitada fe, el poder de su amor entra en acción, calmando todos nuestros temores, haciéndose fuerte en nuestra fragilidad

Puede que sientas que no pasa nada, pero Jesús sí está obrando a tu favor.

Abraza esta verdad con gratitud y humildad.

¿Estás dispuesta a creer antes de ver?

¿Estás dispuesta a poner tu mirada en Jesús, aunque todo a tu alrededor parezca tambalear?

Puedes sentirte sola, pero no lo estás.

Jesús está contigo. Su mano soberana te abraza, te cuida y abre un camino seguro en medio de lo imposible.

Se vale saltar a los brazos de Jesús con más preguntas que respuestas.

Se vale sentir temor al mismo tiempo que nos movemos en fe.

Aquí no importa la velocidad, sino la dirección.

Amiga, nuestras expectativas siempre deben estar al nivel de la soberanía y el amor de Dios, nunca al nivel de nuestras dudas y limitaciones humanas.

Dios lo dijo. Dios lo cumple.

Dios lo prometió. Dios lo hará.

Todo en la vida es variable, pero la palabra de Dios permanece para siempre. Podemos construir nuestra vida en esta maravillosa seguridad.

Los zigzags también son parte del camino y a través de ellos nuestra fe se fortalece aprendemos a ver la mano de Dios haciendo milagros en los pozos secos de nuestras circunstancias.

¿Estás dispuesta a creer antes de ver?

¿Estás dispuesta a poner tu mirada en Jesús, aunque todo a tu alrededor parezca tambalear?

 “El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro”.

– Salmo 18:2 (NTV)

Amor y gracia,

Sandy