viernes, julio 10, 2020

SE VALE SENTIRSE ¡blah!



“Nada como la presencia de Dios para disipar el miedo, el pánico, el terror a lo desconocido”.

 -  W. Phillip Keller

 


Estoy que lloro por todo. Francamente, estoy muy susceptible.

No sé, extraño cosas simples y cotidianas, como ir al súper sin estrés, sin medir distancia, sonreírle a la señora que corta el queso, y comentar la actualidad con Vero, la cajera que siempre me atiende.

Ir a depilarme las cejas al salón de Kelly, ahí tienen una maquinita de hacer café que es una maravilla, pero con las nuevas regulaciones sanitarias esos detallitos son historia patria.

El mundo cambió de coreografía y como todo lo nuevo, nos va a costar un poquito de tiempo y esfuerzo dominar el ritmo. ¡Claro! esa es la parte teórica, en la práctica se siente como un nudito en la garganta, sazonado con nostalgia, temor y un chin de ansiedad. ¿Sientes lo mismo?

Yo sé, yo sé que Dios es soberano, que Dios está en control, que él nos ama y nos cuida, pero caminar en fe no significa dejar de sentir, sino de refugiarnos en los brazos de Jesús mientras experimentamos la tormenta en nuestras circunstancias y emociones.

Es posible, muy posible, creer en Dios, descansar en su amor, en su cuidado y provisión, y simultáneamente experimentar un tsunami de emociones que nos hacen sentir todo lo contrario.

Y es precisamente en la aceptación de esa contradicción y en la validación de la palabra de Dios donde nuestra fe madura, crece y se fortalece.


“Todas las cosas son posibles para la persona que cree. Son menos difíciles para la persona que espera. Son más fáciles para la persona que ama; y aún más fácil para la persona que persevera en la práctica de estar tres virtudes”.  
 
– Andrew Murray
 

Es normal sentirnos ¡blah!, pero no debemos quedarnos en el ¡blah! y juzgar la fidelidad de Dios de acuerdo a nuestro estado de ánimo.

Amiga, ofrenda tu vulnerabilidad a Jesús. Él te entiende.

Pasa tiempo en su presencia. Un cafecito, un té, un momento de tranquilidad, de meditación en sus promesas, de recibir su amor.

Limita las noticias. Infórmate, pero no consumas más de la información necesaria.

Eleva tu perspectiva.

Este Covid vino a enseñarnos algo. Tomemos la decisión de aceptar esta situación como un proceso de aprendizaje… un día a la vez.

Imagínate a Jesús con una sonrisa en sus labios susurrándote estas palabras:

“Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe?”. – Mateo 6:30 (NTV)

Amor y Gracia,

Sandy