“El Lugar
secreto del Altísimo es estar en Cristo, el escondite más seguro”. – Joseph Prince
Exhala.
Esa palabra
captó mi atención mientras mi dedo índice se movía con rapidez pegado a la
pantalla de mi celular.
¿Exhala? Así que
me detuve y leí el resto del mensaje compartido por Propel Women: “Tal vez ni siquiera
te has dado cuenta de que estás aguantando la respiración… pero Dios te invita
a exhalar”.
En ese momento
me di cuenta de que por días había estado contrayendo los músculos de mi
abdomen inconscientemente, entonces respiré, exhalé y dos lágrimas corrieron por mis
mejillas. Sin darme cuenta, mi cuerpo estaba reaccionando al estrés y a la
incertidumbre que todos vivimos.
Y mientras acepté
la invitación a respirar, ofrendé mi vulnerabilidad a Jesús. Él no nos exige
perfección. Él entiende nuestra fragilidad.
Cuando salto a
sus brazos y reconozco que, a pesar de mis temblorosos pasitos de fe, es él
quien pelea mis batallas, es su poder que se hace fuerte en mi debilidad.
Un corazón
confuso que corre a los brazos de Jesús siempre encuentra comprensión y reposo.
Caminar en fe no
es pretender fortaleza negando nuestras circunstancias y sentimientos, sino
aceptar nuestros sentimientos sin que estos nos controlen, conscientes de que
Dios nos ama, nos entiende, nos cuida y gana todas las batallas. ¿Amén? ¡Amén!
Así que vamos a respirar,
vamos a descansar en el regazo de Jesús y vamos a ser receptivas a su voz de
amor y comprensión.
Jesús nos invita a refugiarnos en su amor, el
lugar secreto donde crecemos, florecemos y descansamos.
“¡El Señor mismo
te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora”.
– Salmo 121:5
(NTV)
Amor y Gracia,
Sandy