viernes, febrero 08, 2019

COSTURA DE AMOR


…Y cuando creo no merecerlo tu amor sale a mi encuentro, abrazándome con tu gracia, mimándome con palabras de afirmación.



¡Jesús te ama muchísimo más de lo que tu mente humana puede procesar!

Muchas veces, hasta por instinto, tratamos de encajar a Dios en nuestra humanidad y asumimos que su amor hacia nosotras está condicionado a nuestra buena conducta —si me porto bien, me amas. Si me porto mal, te enojas conmigo y me das la espalda —.

¡Nada puede estar más lejos de la realidad!

Dios no solamente ama al mundo, Dios también te ama a ti, con todos tus defectos y virtudes, con todos tus errores, con todos tus temores, con todas tus debilidades.

Lo dejó muy claro en la Parábola de las Cien Ovejas —deja las noventa y nueve para buscarte y traerte segura en sus brazos.

Fue preciso en la historia del Hijo Pródigo —sale a tu encuentro, te cubre de amor, te viste de justicia, te abraza con tiernas misericordias, y para celebrar, prepara una fiesta en tu honor.

¡Así de valiosa y especial eres para Dios!


Nuestras piezas rotas nos fortalecen para convertirnos en vasijas aún más grandes y más fuertes.

 – Debbie Macomber



La gracia rompe con todos los protocolos sociales y nos sorprende en el pozo de nuestra miseria con palabras de perdón, sanidad, restauración y nuevos comienzos.

Amiga, la gracia no es para ser razonada. La gracia es para ser recibida.

Y como es mediante la bondad de Dios, entonces no es por medio de buenas acciones. Pues, en ese caso, la gracia de Dios no sería lo que realmente es: gratuita e inmerecida. 
– Romanos 11:6 (NTV)

Amor y Gracia,

Sandy