sábado, agosto 25, 2018

PENSAMIENTOS BAJO ARRESTO


Cuando ignoro las voces a mi alrededor y presto un poquito de atención, comienzo a escuchar la dulce voz de Jesús refrescando cada rincón de mi mente y mi corazón.



¿Cuál opinión vas a validar?

Diariamente se libra una batalla importante en nuestra mente. Por un lado, el enemigo insiste en definirnos por nuestras faltas, caídas, fracasos y malas decisiones —señala minuciosamente nuestros pecados para hacernos sentir avergonzadas e indignas del amor y el perdón de Dios…

Por otro lado, Jesús nos recuerda que con su vida pagó el precio de nuestra libertad, que nuestra identidad está en quienes somos y no en lo que hacemos, que nuestros fracasos no nos definen, que en Él tenemos un nuevo comienzo y que Su gracia —favor gratuito e inmerecido— es suficiente.

El secreto está en creerle a Jesús con la simpleza e ingenuidad de un niño, por encima de nuestro estado de ánimo.


No seamos pasivas con los pensamientos que rondan nuestra cabeza, ni nos traguemos el cuento de que no tenemos control sobre ellos. Jesús está de nuestra parte y su palabra es el arma que destruye todo sarcasmo que intenta contradecir la opinión que Él tiene de nosotras y de nuestra situación. 

¡Su Palabra es la verdad que nos libera! ¡Es la luz que guía nuestro camino!

Así que cualquier pensamiento que camine en vía contraria a la opinión de Dios intente aterrizar en nuestra cabeza le decimos:

¡Quedas bajo arresto!

Por bombardear mis emociones con misiles de culpabilidad y vergüenza. Bien sabes que Jesús pagó el precio de mi libertad, me vistió de fortaleza y dignidad, y no hay nada que puedas hacer para evitarlo.

¡Quedas bajo arresto!

Por revivir heridas del pasado y por querer definirme por mis malas decisiones. No hay error tan grande, no hay herida tan profunda, no hay pecado tan vergonzoso que la sangre de Cristo no redima, sane y restaure. Donde abundó mi pecado, sobreabundó su Gracia, y me aferro a esta verdad con uñas y dientes.

¡Quedas bajo arresto!

Por hacerme sentir indigna del amor de Dios y del cumplimiento de sus promesas sobre mi vida, ¡Nada puede estar más lejos de la verdad!

Dios nos mira a través del sacrificio de la vida de su hijo, y mira belleza y pureza en nosotras. 

– Katherine Ruonala


¡Podrás volar sobre mi cabeza, pero en el momento que intentes hacer nido en ella quedarás bajo arresto!

Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo. 
– 2 Corintios 10:5

Amor y gracia,

Sandy