sábado, julio 21, 2018

TELEGRAMA CELESTIAL


Jesús sale a tu encuentro para amarte y restaurarte, no para condenarte.



Hola,

 Quiero que comiences este día recordando lo valiosa y amada que eres. Yo sé que muchas veces piensas que no mereces mi amor, pero ya va siendo hora de que sueltes esa carga y te dejes querer.

Mi amor por ti no está condicionado al tamaño de tu fe, a tu madurez espiritual, ni a tu registro de buena conducta. 

Pagué con mi propia vida el precio de tu libertad cuando te encontrabas en tu peor momento —incapaz de ayudarte a ti misma, en cadenas, ahogada en tus circunstancias, sin esperanza en medio del dolor—.

Fui declarado culpable para que fueras declarada inocente.

Cargué con tu condena para que camines en total libertad.

Sobre mí llevé todas tus enfermedades físicas y emocionales para que enfrentes cada día con esperanza, deseosa de luchar por los sueños que he sembrado en tu corazón.

En la cruz destroné todos tus miedos para que vivas en la plenitud de mi amor por ti.

¿Qué esperas para tomar posesión de lo que te pertenece?



El temor y la desesperanza no tienen acceso a un corazón blindado con el amor de Dios.

 


Lo único que te pido es que creas en mí, que descanses en mí, que recibas lo que te ofrezco por gracia, y no trates de ganarlo por tus propios méritos. Por más que trates jamás podrás comprar mi fidelidad con tu justicia propia.

Creer en mi significa que, aunque no te sientas perdonada, sabes que lo eres.

Creer en mi significa que valoras la verdad de mi palabra por encima de tus sentimientos.

Creer en mi significa que yo soy la fuente absoluta de tu identidad.

Creer en mi significa que vas a dormir tranquila, aunque en lo natural no le veas salida a tu problema.


Jesús te ama, Jesús te entiende, Jesús te escucha, Jesús conoce tu corazón


Deja que mi gracia espante tus miedos.

Deja que mi amor te revele lo valiosa que eres.

Deja que mi presencia le dé significado a todo lo que haces.

Pues he venido para que tengas vida y la tengas en abundancia

Atte. -Jesús -

Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro. – Salmo 34:5

Amor y gracia,

Sandy