sábado, junio 16, 2018

DECLARACIÓN DE DEPENDENCIA


Fe es validar la opinión de Dios sobre todas las demás. Es decir, “Si Dios lo dice, yo lo creo”.


Porque ya está bueno de hablar de la montaña.

Porque estoy aburrida de quejarme de la montaña.

Porque estoy mareada de darle vuelta a la misma montaña.

Porque es tiempo de poner a la montaña en la perspectiva correcta y recordarme a mí misma, que aquel que va conmigo, está por encima de todas las cosas. 

Esta es mi declaración:

Jesús, te creo por encima de todo. Tu Palabra es la autoridad final sobre mis circunstancias, mis temores, mis carencias, mis inseguridades y mi estado de ánimo.

Jesús, tus promesas son terreno fértil donde puedo cimentar mi vida y mis sueños sin temor al fracaso.

Jesús, mi confianza no viene de tenerlo todo bajo control, sino de saberme amada y aceptada por ti, tal como soy.


Las circunstancias imposibles jamás podrán triunfar sobre las posibilidades de nuestro Dios.



Hoy recibo el regalo de tu gracia, con humildad y gratitud, consciente de que pagaste con tu propia vida el precio de mi libertad.

Pongo mi esperanza en ti y marcho a paso firme, segura de que me llevas en tus brazos.

Ningún arma en mi contra prosperará, porque tú cuidas mi entrada y mi salida. Me rodeas cual escudo y vas delante de mí como poderoso gigante.

Me deleito en ti Jesús y sé que el tiempo de espera no significa que te has olvidado de la promesa, sino que me estás preparando para ella.

 ¡Suelto este asunto en tus manos y descanso tranquila en tu regazo!

Siempre superas mis expectativas—no dejo de asombrarme de la manera tan maravillosa en que respondes a mis oraciones. ¡Eres mi Dios y en ti reposa mi alma!

Sigo creyendo, sigo confiando, sigo disfrutando de tu presencia y creciendo a través del proceso.

¡Gracias Jesús!

Al hacerte estas peticiones, no apelamos a nuestra rectitud, sino a tu gran misericordia. -  Daniel 9:18

Amor y gracia,

Sandy