Puedes traerle a
Dios cualquier dolor que hayas experimentado e intercambiarlo por algo
maravilloso. -Katherine Ruonala
Es cierto que
pasó, es cierto que duele, es cierto que es una situación difícil, es cierto
que te sientes temerosa, es cierto que tienes dudas, es cierto que a veces te
sientes incomprendida, es cierto que te sientes estancada, pero es tiempo de
avanzar.
Tus sentimientos
son válidos, tus argumentos reales, tus circunstancias innegables, tus
preocupaciones verdaderas, pero es tiempo de avanzar.
No importa el
tamaño de la montaña, tu incapacidad de escalarla, la hostilidad de tus
críticos, el combate en tu interior, ni las voces desalentadoras que luchan por
aterrizar en tu mente. Porque es tiempo de creer, es tiempo de confiar, es
tiempo de reposar en Dios…
¡Es tiempo de avanzar!
No mires a tu alrededor. Mira a Jesús. Y no te sorprendas si te invade una paz que sobrepasa tu entendimiento y un gozo que te eleva por encima de tus circunstancias.
Porque es bajo
las alas de su amor donde estás segura, donde el miedo no tiene acceso a ti, donde
aprendes a ver tus problemas desde la perspectiva de Dios, y no desde tus
limitaciones humanas.
David no venció
a Goliat porque era más fuerte que él. David sabía que humanamente estaba en
desventaja, pero su confianza no estaba puesta en sí mismo, sino en Dios… y
amiga mía, tú y yo sabemos el final de la historia—Goliat quedó más aplastado
que un plátano en un mofongo. (Se vale sonreír)
¡Es tiempo de avanzar!
Avanzar es CREER
que el amor de Dios es el único terreno fértil y seguro donde podemos construir
nuestras vidas, nuestros sueños, nuestros planes, sin temor a la decepción ni
al fracaso.
Avanzar es
CONFIAR ciegamente en las promesas de Dios. Es decirnos a nosotras mismas: “Si
Dios lo dice yo lo creo, independientemente de mi situación, de la gravedad de
mi problema o de mi estado de ánimo.”
Avanzar es
REPOSAR en la fidelidad de Dios. Es exhalar las cargas que impiden nuestro
progreso e inhalar su gracia, su amor, su aceptación, su cuidado, sus promesas y su protección
¡Jesús es la solución para todo lo que impide nuestro progreso!
Avance es avance,
aunque sea medio paso. El punto es seguir adelante y no quedarnos estancadas en
los mismos temores, en los mismos patrones de pensamiento, regando las mismas
semillas equivocadas.
¡Ponte los
tennis y avanza! Jesús te ama, Jesús va a tu lado, Jesús te sostiene, Jesús peleó
y ganó todas tus batallas muchísimo antes que llegaran a ti.
Porque el Señor
tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con
gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos.
– Sofonías 3:17
Amor y gracia,
Sandy