Jesús, cuando
descanso en la seguridad de tu amor por mí puedo ver con claridad el camino y
disfrutar de tu compañía en cada parte del viaje.
¿Qué tipo de
pensamientos arrugan tu corazón?
¿Qué te
preocupa?
¿Cuál es esa carga que hace tan pesado tu
camino?
¿Qué te roba la
felicidad?
Quiero que sepas
que en medio de la realidad que vivimos hay una verdad soberana que trasciende
nuestro entendimiento humano, nuestras circunstancias y todo cuanto nos rodea.
¿Quieres
saber de que se trata? Bueno, primero te pido que no permitas que su simpleza
te robe la bendición de experimentar su poder.
¿Sabes por qué
te lo digo? Porque generalmente las verdades que transforman vienen envueltas
en sencillez e ingenuidad; de pronto por eso tenemos la mala costumbre de
pasarlas por alto.
Sin más preámbulo
te presento La Verdad donde tu alma encuentra reposo, donde descubres tu
verdadera identidad, donde tus temores se desvanecen, donde puedes construir
tus sueños sin temor al fracaso: JESÚS TE AMA
Vive cada día consciente del amor de Dios por ti, principalmente cuando sientes que no lo mereces.
Una cosa es
tener el conocimiento general de que Dios nos ama a todos, y otra muy distinta
es tener la revelación de que Dios me ama a mí de manera única y personal.
Amiga, Jesús
dejó el cielo para caminar tus calles; para identificarse con tu dolor; para
secar tus lágrimas; para escucharte; para defenderte de tus acusadores; para
redimirte, restaurarte y bendecirte de manera sobreabundante.
¡Puedes reposar
tu corazón en esta verdad!
En Su amor eres
verdaderamente libre…
En Su amor tus
temores se desvanecen…
En Su amor eres
abrazada con Su gracia…
En Su amor
tienes un nuevo comienzo...
Y a medida que
eres receptiva a ese amor incondicional y perfecto, Sus promesas serán tu
baluarte, y Su gracia tu lugar seguro.
Y estoy
convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni
la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras
preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos
del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de
hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que
está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.
– Romanos 8:38-39
Amor y gracia,
Sandy