viernes, octubre 27, 2017

CADA LÁGRIMA ES TOMADA EN CUENTA



Una mujer sabia no es aquella que lucha por pintar su mundo color rosa, sino aquella que aprende a disfrutar las rosas a pesar de las espinas.




Hay belleza en tu imperfección.

Si estuvieras frente a mi te dijera, ¿escuchaste lo que te acabo de decir? Dado el caso, no me queda más remedio que decirte: leíste bien, ¡hay belleza en tu imperfección!

Jesús usa vasijas rotas, pero no como su última opción; al contrario, mira belleza en nuestra disfuncionalidad porque a través de ella nos abraza con Su gracia. 

Dicho en sus propias palabras: “No vine a buscar a los que se creen justos.”

Eso no quiere decir que vamos a vivir como nos da la gana para poder experimentar el amor de Jesús. No, de ninguna manera. Pero Dios, sabiendo nuestras limitaciones humanas, creó un plan de salvación muchísimo antes de que nuestra falta de sabiduría nos hiciera tomar decisiones pobres y dolorosas.

Su plan es tan perfecto, que Jesús decidió venir al mundo a través de un árbol genealógico de personas imperfectas, con pasado vergonzoso. Tomó en cuenta cada detalle para identificarse con nuestra carencia y fragilidad. 


Nada fomenta más valentía que una clara comprensión de la gracia, y nada fomenta más temor que la ignorancia de la misericordia.

 – Max Lucado

 


Me parece fascinante pensar que cuando Jesús dijo que no vino a llamar a los que se creen la última Coca Cola del desierto —dicho en lenguaje coloquial —, era el invitado de honor en un banquete lleno de personas con reputación cuestionada. Pero su comentario no fue dirigido a los que estaban sentados con Él, sino a quienes pasaron por alto Su compañía, cegados por su supuesta perfección.

Amiga, Jesús no quiere que veas tus debilidades, fracasos, inseguridades, culpas, temores, enfermedades, o cualquier otra situación que hace lento tu camino, como un obstáculo que te impida conquistar tu destino. Jesús quiere que veas tus deficiencias como la oportunidad perfecta para que Su amor y Su gracia sobreabunden en ti y a través de ti.


Mientras la perfección hace alarde de sus logros, la sabiduría florece a través de la experiencia del fracaso.

 



Recuerda, hay belleza en tu imperfección, porque a través de ella Jesús te abraza con Su gracia.

Cada vez él me dijo: “Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad”. Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. -2 Corintios 12:9

Amor y Gracia

Sandy