sábado, marzo 04, 2017

DESDE AQUÍ TODO SE VE MÁS PEQUEÑO



Algunas veces Dios nos lleva a aguas profundas para enseñarnos a descansar en su mirada, y así aprender a caminar sobre las aguas.


¿Son tus problemas más grandes que Dios, o Dios es más grande que tus problemas?

La respuesta la sabemos muy bien, pero una cosa es saber y otra muy distinta actuar en armonía con ese conocimiento.

Y aunque no nos cabe la menor duda de que Dios es muchísimo más grande que nuestra adversidad, generalmente nos toca luchar con el mal aliento de algunos razonamientos que ahogan nuestra fe…

Dios es más grande que tus problemas, pero tú misma te metiste en ese rollo…


Dios es más grande que tus problemas, pero Dios está enojado contigo…


Dios es más grande que tus problemas, pero ¿cuándo fue la última vez que leíste la Biblia?...

Es muy fácil caer en la trampa de esos empalagosos pensamientos, principalmente cuando medimos a Dios de acuerdo a lo que vemos y sentimos.

¡No te desanimes!

La clave está en ajustar el lente y poner tu mirada en Jesús, quien dulcemente te dice:

Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando y la puerta se te abrirá.


Pues todo aquel que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta.


¡Dios es honrado cuando actuamos como si Él va a responder nuestras oraciones!


– Mark Batterson

 


Cuando pones tu mirada en Jesús, tus miedos no tienen más remedio que derretirse como mantequilla expuesta al sol.

Cuando pones tu mirada en Jesús, descubres que en Él tienes fuerza para vencer cualquier obstáculo que se cruce en tu camino.

Cuando pones tu mirada en Jesús, tu fe se fortalece y comienzas a orar del tamaño de Dios, no de acuerdo a tus miedos y circunstancias.

Cuando pones tu mirada en Jesús, aprendes a soltar tus cargas.

Cuando pones tu mirada en Jesús, le dices a la montaña sin vacilar: Serás llanura ante mis pies, porque Dios está conmigo y Él gana todas las batallas.


Mientras meditas en la Palabra de Dios, estás poniendo tus pensamientos en cosas más altas y poniendo tu vida en la dirección del plan que Dios tiene reservado para ti.


-Joel Osteen

 


Amiga, es tiempo de sacudirte esa pena y comenzar a caminar en la dirección de Jesús. Nada de lo que estás pasando escapa de su control, y desde su perspectiva todo se ve chiquitico.

Jesús te invita a entrar a su trono de gracia, para que pidas y recibas; busques y encuentres; llames y se te abra la puerta.

¡Amén!


¡Te deseo una semana victoriosa y bendecida!

Sandy