Dios no te ama de
manera universal, Dios te ama de manera personal y única.
¿Cuál es tu súper
poder?
¿Andar en tacones
el día entero como si llevaras puesto un par de Crocs?
¿Tener un cuerpazo
sin hacer dieta, comiendo lo que se te antoje? Yo conozco a unas cuantas así.
¿Encontrar las
mejores ofertas cuando vas de compras y tienes dinero? ¡Este es un poder
anhelado por muchas! En cambio, a mí me pasa todo lo contrario— cuando tengo
dinero, no encuentro nada y cuando no tengo, encuentro todo.
Pero bueno…
independientemente de todas las cosas maravillosas que hacemos como mujeres,
existen tres palabras que tienen la supremacía de transformarnos en
superheroínas de verdad-verdad, no como
los de la tele que son puro cuento.
¿Sabes cuáles son
esas tres palabras
JESÚS ME AMA
¿Te a atreves a
decirlo en voz audible? Jesús Me
Ama…Jesús Me Ama, Sí, Jesús me ama.
Una cosa es saber
que Dios ama al mundo y otra muy distinta el sabernos amadas por Dios de manera personal— ser el centro de su atención, de
su gracia, de su cuidado, de su mirada, de su ternura... simplemente
maravilloso… ¡bálsamo celestial para las heridas más profundas del alma!
Tengo muchos defectos para ser perfecta, pero soy amada por Dios. En sus manos, hasta mis heridas más vergonzosas son recicladas a mi favor.
Cuando
decimos ¡JESÚS ME AMA! el infierno tiembla, porque esas palabras
hablan de identidad, de posición, de herencia, de seguridad, de pertenencia, de
destino. Es como gritarle a nuestros miedos:
¡Estoy convencida de que nada podrá JAMÁS
separarme del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni
mis temores de hoy, ni mis preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes
del infierno pueden separarme del amor de Dios!
Y aunque nuestras
circunstancias no sean perfectas, aunque
no tengamos todas las respuestas, aunque cometamos errores, aunque nuestras
emociones nos hagan sentir que estamos más locas que un reloj de a peso,
podemos descansar en la seguridad de su amor por nosotras— expresada
magistralmente a través del sacrificio perfecto de Jesús en la Cruz.
Cuando descanso en la seguridad de su amor mi alma se llena de posibilidades, porque con Dios todas las cosas son posibles.
Amiga, no hay
nada, absolutamente nada en la historia de tu vida, que Dios no pueda sanar y
restaurar. En el poder de su amor eres más que una superheroína. Así que cuando te
pregunten, ¿cuál es tu súper poder? Responde con la inocencia e ingenuidad de
una niña, pero con la afirmación más veraz que existe:
Mi súper poder es que soy amada por Dios.
¡Sí, Jesús me ama!
Feliz Semana,
Sandy