Amarte a ti misma
comienza con creer, vivir, abrazar y celebrar la opinión que Dios tiene de ti.
No eres su media
naranja. Eres su naranja completa.
No sólo te hace
sentir maripositas en el estómago, sino que las creó en un derroche de
creatividad para verte sonreír y hacerte soñar con nuevos comienzos.
Amarte es el motor
de su agenda, y que te dejes amar por Él su gran satisfacción. No existe nada
que impida que su amor por ti se debilite—ni tus errores, ni tus malas
decisiones, ni tu pasado. Eres preciosa y digna ante sus ojos.
No eres definida
por tus desaciertos, mucho menos por la opinión que los demás puedan tener de
ti. Eres definida
por su amor. En Él se encuentra tu verdadera identidad.
Tu responsabilidad es ser receptiva a ese amor incondicional. Gratitud y confianza son tus sensores primarios. –Sarah Young
En tus momentos
más oscuros donde humanamente no existe solución alguna, sale a tu encuentro
abriendo caminos en el desierto y ríos en lugares de desolados.
Tu insuficiencia e
incapacidad de resolver ese problema en tus propias fuerzas es precisamente lo
que activa su provisión milagrosa, de lo contrario, probablemente ni pedirías su
ayuda. Su poder se hace fuerte en tu debilidad.
Él escucha cada una
de tus oraciones—las que las lágrimas articulan por ti y hasta las que dudas en
hacer por lo ridículas que podrían sonar. El escucha tu silencio, entiende tu
ansiedad, por eso te invita a intercambiar tu necesidad por su provisión y
reposo.
La confianza no viene de tenerlo todo en orden. La confianza viene en saber que somos amadas.
-Lynn Cowell
Sus planes para tu
vida superan tus sueños más absurdos. Le place hacer realidad los anhelos más
profundos de tu corazón. No porque hayas hecho algo para ganarlo—Jesús lo hizo
todo por ti para liberarte
del castigo que tus pecados merecían y darte vida en abundancia.
Míralo de esta
manera: las mismas manos que transformaron el agua en vino, que multiplicaron
los panes y los peces, que resucitaron muertos, que fueron clavadas en
las cruz para tu salvación, son las mismas manos que te sostienen, te abrazan ,
te cuidan, te defienden, te restauran y te levantan para su gloria.
Convertiré el valle de la Aflicción en una puerta de Esperanza. – Oseas 2:15
Hoy es el día
perfecto para ponerle punto final a esa experiencia negativa. La ocasión
perfecta para reposar en los brazos de Jesús. El momento perfecto para
hundirte en su abrazo y perderte en su voz de aliento y restauración.
Vive cada día
consciente de su amor por ti, principalmente cuando sientes que no lo mereces. No
olvides que Él te ha vestido de fortaleza y dignidad.
¡Feliz Semana!
Sandy