sábado, octubre 29, 2016

VESTIDA DE FORTALEZA Y DIGNIDAD







 Amarte a ti misma comienza con creer, vivir, abrazar y celebrar la opinión que Dios tiene de ti.





 
No eres su media naranja. Eres su naranja completa.
No sólo te hace sentir maripositas en el estómago, sino que las creó en un derroche de creatividad para verte sonreír y hacerte soñar con nuevos comienzos.

Amarte es el motor de su agenda, y que te dejes amar por Él su gran satisfacción. No existe nada que impida que su amor por ti se debilite—ni tus errores, ni tus malas decisiones, ni tu pasado. Eres preciosa y digna ante sus ojos.

No eres definida por tus desaciertos, mucho menos por la opinión que los demás puedan tener de ti. Eres definida por su amor. En Él se encuentra tu verdadera identidad.


Tu responsabilidad es ser receptiva a ese amor incondicional. Gratitud y confianza son tus sensores primarios. –Sarah Young

 


En tus momentos más oscuros donde humanamente no existe solución alguna, sale a tu encuentro abriendo caminos en el desierto y ríos en lugares de desolados.

Tu insuficiencia e incapacidad de resolver ese problema en tus propias fuerzas es precisamente lo que activa su provisión milagrosa, de lo contrario, probablemente ni pedirías su ayuda. Su poder se hace fuerte en tu debilidad.

Él escucha cada una de tus oraciones—las que las lágrimas articulan por ti y hasta las que dudas en hacer por lo ridículas que podrían sonar. El escucha tu silencio, entiende tu ansiedad, por eso te invita a intercambiar tu necesidad por su provisión y reposo.


La confianza no viene de tenerlo todo en orden. La confianza viene en saber que somos amadas.

-Lynn Cowell

 


Sus planes para tu vida superan tus sueños más absurdos. Le place hacer realidad los anhelos más profundos de tu corazón. No porque hayas hecho algo para ganarloJesús lo hizo todo por ti para liberarte del castigo que tus pecados merecían y darte vida en abundancia.

Míralo de esta manera: las mismas manos que transformaron el agua en vino, que multiplicaron los panes y los peces, que resucitaron muertos, que fueron clavadas en las cruz para tu salvación, son las mismas manos que te sostienen, te abrazan , te cuidan, te defienden, te restauran y te levantan para su gloria.


Convertiré el valle de la Aflicción en una puerta de Esperanza. – Oseas 2:15

 


Hoy es el día perfecto para ponerle punto final a esa experiencia negativa. La ocasión perfecta para reposar en los brazos de Jesús. El momento perfecto para hundirte en su abrazo y perderte en su voz de aliento y restauración.

Vive cada día consciente de su amor por ti, principalmente cuando sientes que no lo mereces. No olvides que Él te ha vestido de fortaleza y dignidad.


¡Feliz Semana!

Sandy