sábado, julio 16, 2016

¡PONTE LO TENNIS Y AVANZA!






“Ninguna tempestad es tan grande, ninguna ola tan alta, ningún océano tan profundo, ningún viento tan fuerte, que Jesús no pueda calmar o llevarnos seguros en sus brazos.”
 – Anne Graham Lotz







Es cierto que pasó, es cierto que duele, es cierto que es una situación difícil, es cierto que te sientes temerosa, es cierto que tienes dudas, es cierto que a veces te siente incomprendida, es cierto que te sientes estancada, pero es tiempo de avanzar.

Tus sentimientos son válidos, tus argumentos reales, tus circunstancias innegables, tus preocupaciones verdaderas, pero es tiempo de avanzar.

No importa el tamaño de la montaña, tu incapacidad de escalarla, la hostilidad de tus críticos, el combate en tu interior, ni las voces desalentadoras que luchan por aterrizar en tu mente, porque es tiempo de creer, de confiar, de reposar en Dios, de avanzar.

Cuando mi enfoque está en Jesús, en su sacrificio de amor por mí en la cruz y en el impacto que esto tiene sobre mi vida, siento como su gracia sopla vientos de libertad, reposo y restitución a cada rinconcito de mi alma.


Porque es bajo las alas de su amor donde estás segura, donde el miedo no tiene acceso a ti y donde aprendes a ver tus problemas desde la perspectiva de Dios y no desde tus limitaciones humanas.

David no venció a Goliat porque era más fuerte que él. David sabía que humanamente estaba en desventaja, pero su confianza no estaba puesta en sí mismo, sino en Dios… y amiga mía, tú y yo sabemos el final de la historia—Goliat quedó más aplastado que un plátano en un mofongo.

¿Copias la idea? Cuando me enfoco en el problema entro en su terreno y me dejo gobernar por sus leyes, pero cuando me enfoco en Jesús y me alimento de su amor por mí, de mi identidad en Él, de su carácter, de su poder, de su soberanía, mi problema entra en territorio sagrado sin más remedio que derretirse como mantequilla frente al sol de verano.


¡Jesús es la solución para todo lo que impide mi progreso!


“yo te libraré de las tristezas que son para ti una carga deshonrosa.”


– Sofonías 3:18


Avanzar es CREER que el amor de Dios es el único terreno fértil y seguro donde podemos construir nuestras vidas, nuestros sueños, nuestros planes, sin temor a la decepción ni al fracaso.

Avanzar es CONFIAR ciegamente en las promesas de Dios. Es decirnos a nosotras mismas: “Si Dios lo dice yo lo creo, independientemente de mi situación, de la gravedad de mi problema o de mi estado de ánimo.”

Avanzar es REPOSAR en la fidelidad de Dios. Es exhalar las cargas que impiden nuestro progreso e inhalar su gracia, su amor, su aceptación, su cuidado, sus promesas, su protección  y perdernos en su abrazo.

“Puedes traerle a Dios cualquier dolor que hayas experimentado e intercambiarlo por algo maravilloso.” 

– Katherine Ruonala


Cuando tomamos la decisión de avanzar, regularmente nuestras emociones se oponen y nos hacen sentir más vulnerables que nunca ¡Claro! los pasos de fe son intimidantes, pero es lo único que Dios nos pide que hagamos—Creer.

¡No te desanimes! Avance es avance aunque sea medio paso. El punto es seguir adelante y no quedarnos estancadas en los mismos temores, en los mismos patrones de pensamientos, regando las mismas semillas equivocadas.

¡Ponte los tennis y avanza! Jesús no sólo está con nosotras ¡también ganó la batalla!


Feliz Semana

 Sandy