La creencia de que
Dios está más interesado en nuestra perfección que en nuestra relación con Él
es donde nace la inseguridad.
– Steven Furtick
Más allá de creer
en Dios…
Más allá de tener
una Biblia…
Más allá de ir a
la iglesia…
Más allá de decir
“Amén”…
¡Existe un lugar!
Más allá de mis
creencias…
Más allá de la
opinión que tengo de mí misma…
Más allá de la
opinión que los demás tienen de mí…
Más allá de mis
expectativas y sueños abortados…
¡Existe un lugar! ¡Sí existe ese lugar!
Más allá de mis
fracasos…
Más allá de mi
dolor…
Más allá de mis
miedos…
Más allá de mis
limitaciones y debilidades…
¡Existe ese hermoso lugar!
Donde Dios se
revela a mí a través de su amor
Donde puedo
comenzar otra vez…
Donde mi fe florece
como la de un niño…
Donde el miedo
deja de ser un obstáculo que impide mi crecimiento…
Donde puedo ser
fuerte a pesar de mi fragilidad…
Donde puedo bailar
como si nunca hubiera conocido de fracasos y heridas…
¡Ese lugar es real! ¡Yo soy la invitada de honor!
La entrada a este
lugar es gratuita. No porque no haya
costado nada, sino porque me era imposible pagar tan alto precio. Así que Dios
envió lo más valioso del cielo —Su Hijo Jesús— para que tomara mi lugar.
Pues si por la transgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por medio de un solo hombre, Jesucristo.
Romanos 5:17 (NVI)
Amiga, no importa
la gravedad de tu situación, el tamaño de tus culpas, ni el peso de tus cargas.
Jesús se hizo pecado, sin haber cometido pecado, para que tú seas declarada
inocente y seas vestida de su justicia.— no por tus buenas obras, sino por su
favor inmerecido—. Lo único que queda de tu parte es recibirla.
Y si es por gracia, ya no es por obras; porque en tal caso la gracia ya no sería gracia.
Romanos 11:6 (NVI)
Jesús te llama por
tu nombre, no para condenarte, sino para justificarte y coronarte con su
gloria.
En Dios eres
amada, perdonada, justificada, restaurada, embellecida, dignificada y coronada
con su infinita misericordia.
Jesús reescribió el
libreto de tu vida con tinta de gracia.
¡Creer es recibir!
Feliz Semana,
Sandy