sábado, febrero 06, 2016

PENSAMIENTOS BAJO ARRESTO












¡Cuidado! Cada pensamiento que echa raíces en nuestro corazón fertiliza nuestra semilla fe, o la destruye. 








Diariamente se libra una batalla importante en nuestra mente. Por un lado, el enemigo insiste en definirnos por nuestras faltas, caídas, fracasos y malas decisiones—señala minuciosamente nuestros pecados para hacernos sentir avergonzadas e indignas del amor y el perdón de Dios.

Por otro lado, Jesús nos recuerda que nuestra verdadera identidad está en Él, no en nuestras faltas. Nos hace claro que a través de su muerte pagó el precio total de todos nuestros pecados, que llevó sobre sí mismo la penalidad de todas nuestras trasgresiones, para darnos salvación—perdón de pecados,vida eterna, sanidad espiritual, física y emocional, restauración, restitución, libertad y todas las bendiciones de acuerdo a sus riquezas en gloria.

¿Qué opinión vas a validar?



Dios nos mira a través del sacrificio de la vida de su Hijo, y mira pureza y belleza en nosotros.

-Katherine Ruonala



No seamos pasivas con los pensamientos que rondan nuestra cabeza, ni nos traguemos el cuento de que no tenemos control sobre ellos. Jesús está de nuestra parte y Su palabra—La Biblia— es el arma que pulveriza, aniquila y destruye todos los dardos del enemigo. 

Así, que cada vez  que cualquier pensamiento que contradiga la opinión de Dios intente aterrizar en nuestra cabeza le decimos:
 
¡Quedas bajo arresto!

Por bombardear mis emociones con misiles de culpabilidad y vergüenza por mis errores pasados. Jesús ha pagado el precio de todos mis pecados y me ha justificado a través de su preciosa sangre en la cruz del calvario.

¡Quedas bajo arresto!

Por revivir heridas del pasado y querer definirme por mis malas decisiones. No hay error tan grande, no hay herida tan profunda, no hay pecado tan vergonzoso que la sangre de Cristo no pueda redimir. Donde abundó mi pecado, sobreabundó su Gracia—favor inmerecido de Dios—.



Sin embargo, Dios nos declara justos gratuita y bondadosamente por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados.

Romanos 3:24 (NTV)



¡Quedas bajo arresto!

Por hacerme sentir indigna del amor de Dios y del cumplimiento de sus promesas sobe mi vida, ¡Nada puede estar más lejos de la verdad!

Soy tan especial que Jesús dejó su Trono de Gloria para morir por mis pecados y resucitó para justificarme. Ya no hay ninguna condenación en mi contra porque mi vida está escondida en Cristo Jesús.

Puedes mostrar todos los hechos y evidencias que quieras, porque el mismo Dios que transformó el agua en vino, que resucitó a los muertos, que caminó sobre as aguas, que alimentó a miles con cinco panes y dos peces, es el mismo que va a mi lado , el mismo que me ha vestido de justicia y dignidad.

Puedes volar sobre mi cabeza, pero en el momento que intentes hacer nido en ella, quedarás bajo arresto, porque soy propiedad privada.

¡Soy hija legítima de Dios!

¡¡Amén!!


Feliz Semana,

Sandy