Un buen amigo
conoce tus mejores aventuras, pero tu mejor amigo las ha vivido contigo. Un
buen amigo conoce parte de tu historia, pero tu mejor amigo es parte de ella y
conoce cada rincón de tu corazón.
Jesús te invita a
tomar un café…
Te ordena un latte
con menta y chocolate bien calientito, para celebrar este tiempo de navidad
junto a ti y así disfrutar de tu compañía, sorbito a sorbito. Te ofrece un pedazo
de pastel de zanahorias recién horneado, mientras aprovecha la oportunidad para
decirte que de la misma manera que alimentó a miles con solo cinco panecillos,
de igual manera multiplica su misericordia y su favor cada día sobre tu vida.
Jesús te invita a tomar un café…
Toma tus manos entre las suyas y te muestra sus
cicatrices. Bajas la cabeza, pero Él sostiene tu cara entre sus manos y
mirándote a los ojos de dice: “Lo hice por amor a ti. Antes de que cometieras
tus errores ya había preparado la solución para cada uno de ellos…no te sientas
avergonzada…recibe mi perdón y sígueme.”
Las lágrimas no te
permiten expresar con palabras lo agradecida que estás, pero Jesús conoce el
lenguaje de tu corazón, y con ternura limpia tus lágrimas con una servilleta.
El día que descubrí que Dios me Ama aprendí a volar
Jesús te invita a
tomar un café…
Toma un sorbito de
café para aclarar su voz, mientras sus
ojos penetran cada rincón de tu corazón. Te recuerda que aunque algunas veces
no te sientas amada por Él, no significa que no lo seas. Esas palabras alegran
tu corazón y sientes como la paz y la seguridad de tu identidad en Él te viste
de justicia, gracia y valentía.
Juega con los
rizos de tu pelo y sonríe…te dice: “hija mía, si entendieras la magnitud de mi
amor por ti, instantáneamente desapareciera toda la carga innecesaria que
llevas en tu corazón. En mi amor eres completa. No tienes que probarme nada, yo
te conozco más de lo que te conoces a ti misma. Te amo, te apruebo y pagué un
alto precio para que vivas en libertad. ¿Por qué insistes en dudar de mi amor
por ti?”
Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento.
Isaías 61:3 (NVI)
Jesús te invita a
tomar un café…
Sonríes en
aceptación de su amor… y le expresas lo agradecida que estás por lo paciente
que Él ha sido contigo. Le dices: “Señor, gracias por permitirme entrar a tu trono de
gracia, por escuchar mis peticiones secretas y por cumplir mis anhelos más
profundos.”
Jesús te invita a
tomar un café…
Te recuerda una
vez más que su amor es mayor que la suma de todos tus errores .Te da un beso en
la frente y te canta el estribillo de esta canción:
//Qué bueno llegó la
navidad
Trayendo paz y
alegría
Cristo es la
navidad
Y el que tiene e
Cristo tiene alegría.//
Se necesita humildad para recibir lo que sabemos que no merecemos, fe para abrazar la magnitud de la gracia otorgada, gratitud para apreciarla y misericordia para compartirla con otros.
Jesús te invita a
tomar un café…
¡Acepta sin vacilar!
¡¡Feliz Navidad!!
Sandy