viernes, agosto 21, 2015

LOS DIAS GRISES TIENEN SU GRACIA


Foto: Nicole Pierce - Creative Commons







Decidió creerle  Dios en medio de su vulnerabilidad y fue abrazada por su gracia.













Generalmente llega sin avisar—le importa tres pitos si estamos listas o no para su llegada. Con valijas en mano llega a nuestras vidas, se acomoda en nuestro interior, invade nuestro espacio, cambia nuestra rutina y asalta nuestra estabilidad emocional con pistolas de confusión, bombas de miedo y escopetas de incertidumbre.

Su lema siempre es el mismo: “Aunque vengo de pasada,  de ti depende si mi estadía será transitoria o indefinida.”

Cuando divisé su inevitable llegada, la recibí y le dije mirándola fijamente a la cara:

“Si caigo Dios me levantará. Como me levantará, seré protagonista de su gracia. Como seré protagonista de su gracia, seré embestida por la fuerza inagotable de su amor. Como seré embestida por la fuerza inagotable de su amor, descubriré mi verdadera identidad. 


Como descubriré mi verdadera identidad, podré disfrutar los beneficios de ser una hija de Dios. Como disfrutaré de los beneficios de ser una hija de Dios, viviré cada día con propósito y significado. Como viviré cada día con propósito y significado, Dios será mi alegría en tiempos de tristeza.


 Como Dios será mi alegría en tiempos de tristeza, su paz me sostendrá en medio de la tormenta. Como su paz me sostendrá en medio de la tormenta, su poder se hará fuerte en mi debilidad .Como su poder se hará fuerte en mi debilidad, Dios me dará la victoria. Y como Dios me dará la victoria, te doy la bienvenida.”


Bendecido y envidiablemente feliz (con una felicidad producida por la experiencia del favor de Dios y especialmente condicionada por la revelación de su incomparable gracia) son aquellos quienes lloran, porque ellos serán consolados.



 

-Mateo 5:4 (Traducción: AMP)

 


Cada cierto tiempo recibimos la visita inesperada de esos días grises donde el miedo, la duda y la adversidad soplan con la fuerza de un tsunami en contra de nuestra fe y nuestra estabilidad emocional; pero es precisamente nuestra incapacidad de resolver las cosas en nuestras propias fuerzas lo que activa la gracia y el poder de Dios a nuestro favor.


Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí.



 

-2Corintios 12:9 (TLA)

 


Cuando reposamos en la gracia de Dios—en su favor inmerecido—, los días grises se transforman en puentes de crecimiento que conectan nuestra necesidad con su sobreabundancia. 

Es cuestión de perspectiva: o escuchamos la cantaleta repetitiva de nuestros miedos, o tomamos la decisión de creerle a Dios por encima de nuestros sentimientos. Al fin de cuentas, no necesitamos la validación de nuestros sentimientos para creerle a Dios.

Amiga, si Dios dice que su gracia es todo lo que necesitamos y que su poder se perfecciona en nuestra debilidad, entonces dejemos de buscarle la quinta pata al gato y reposemos nuestra alma—mente, voluntad y emociones— en esa verdad… porque los días grises tienen su gracia.


“No tengas miedo; cree nada más.” – Jesús



-Marcos 6:36(NVI)

 




Feliz Semana,

Sandy