viernes, agosto 14, 2015

ESPERANZA SOBRE RUEDAS



Foto: Kevin O' Mara  - Creative Commons



Esperanza, es esa vocecita en tu interior que te motiva a esperar un giro inesperado a tu favor, cuando tu mundo parece estar de cabeza.








Sabe a esa primera tacita de café en las mañanas, a pan recién horneado, a bocado de crema pastelera… huele a lavanda fresca, a ropa acabadita de lavar, a jardín de gardenias… se siente como aguacero de verano, como maripositas juguetonas en el estómago, como la confirmación de que algo maravilloso está por ocurrir.

Dicen que es lo último que se pierde, pero cuando está anclada en Dios, en vez de disiparse se fortalece. Se alimenta de promesas, se viste de paciencia, se calza de valentía, y  con pasos firmes se aferra a la verdad de que lo mejor está por suceder.




Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!

-Salmo 24:14(NVI)



Si tu esperanza está puesta en Dios, no importa si tus circunstancias vienen envueltas en papel de imposibles, si tú diálogo interno ha publicado un libro titulado “Cuatrocientas Razones Para Dudar”, si tus temores quieren ocupar el hit parade en tu mente, o si tus emociones insisten en jugar a la montaña rusa, ¡no importa! ¿Sabes  por qué? Porque la solidez de la esperanza depende de la calidad de su fuente.



Quien en ti pone su esperanza jamás será avergonzado.

-Salmo 25:3(NVI)



¿Te gustaría saber los sinónimos de jamás? Según el diccionario WorldReference.com son los siguientes: Nunca, no, de ningún modo, en absoluto. Es decir que quien pone su esperanza en Dios jamás, nunca, no, de ningún modo, en absoluto, será avergonzado.

 ¡Esta es una súper, mega noticia!

Todas, de una manera u otra, tenemos nuestras batallas personales, pero que alentador es saber que Dios nos ama, que Dios pelea por nosotras, que sus promesas son nuestra verdad, que su favor sopla en nuestra dirección y que su gracia—favor inmerecido— nos garantiza la victoria— precisamente en nuestras áreas de mayor inseguridad, dolor y vulnerabilidad. 

Como dice Joyce Meyer en su libro ¡Viva Con Esperanza!: 



Confiar en Dios es simplemente creer que Dios nos ama, que Él es bueno, que tiene el poder para ayudarnos, que quiere ayudarnos y que va a ayudarnos.”



¡Respira! ¡Sonríe! ¡Pon tu esperanza en Dios!


Feliz Semana,

Sandy