Foto: Pablo Garbarino - Creative Commons |
“No es mi habilidad, sino mi respuesta a la habilidad
de Dios lo que cuenta.”
– Corrie Ten Boom
El niño de apenas
cuatro años fue declarado muerto en la escena después de haberse caído de un
cuarto piso. Los paramédicos hicieron todo lo posible por salvarle la vida al
pequeño, pero todo fue imposible. Lo cubrieron con una sábana y se lo entregaron a su madre.
En la misma cara
de la muerte, oprimida por el dolor, se negó a aceptar la muerte de su hijo. Su
fe no estaba anclada en la evidencia que tenía antes sus ojos, sino en Dios.
¡Clamó a voz de cuello al único que es capaz de hacer lo imposible,
posible!
Su oración fue contestada,
el niño se incorporó a su cuerpo y hoy, veinte años después, Travis Greene sigue
testificando que justo antes de tocar el piso, Jesús lo sostuvo en sus manos.
Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?
-Jeremías 32:27
Cuando clamamos a
Dios en medio de nuestra adversidad, no importa el tamaño de la montaña, la
magnitud de la tormenta, la realidad de los hechos, ni si somos víctimas o
causantes de nuestras propias tristezas, ¡su amor, compasión, fidelidad y
bendición siempre salen a nuestro encuentro!
Es precisamente en
ese momento donde no podemos hacer nada en nuestras propias fuerzas, cuando nuestras
emociones nos ametrallan con granadas de miedo, y nuestros pensamientos nos encarcelan en un
círculo vicioso de derrota y desánimo, que debemos de desafiar la ley de la
gravedad—emocionalmente hablando— y saltar a los brazos seguros y amorosos de
Jesús.
“El amor de Dios no es una prueba de fe, sino un viaje para experimentar su fidelidad hacia nosotras.”
– Bonnie Ray
Saltar a los
brazos de Jesús comienza con recibir su amor justo en medio de nuestras debilidades,
desaciertos y fracasos. Es validar su
palabra por encima de todo— principalmente sobre lo que dejamos aterrizar en
nuestra mente, porque la batalla primero se gana en nuestros pensamientos,
antes de que se refleje en nuestros sentimientos y emociones.
En esta clase de Amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios.
-1 Juan 4:18 (TLA)
Te invito a remover
las cortinas de aquello que te roba la paz y la habilidad de disfrutar la libertad
que Jesús pagó por ti para que vivas como hija, no como esclava.
Ábrele paso en tus
pensamientos, no simplemente a pensamientos positivos, pero a la verdad de la
palabra de Dios, que está por encima de todo lo creado, que es soberana sobre
lo visible e invisible, que tiene poder para derribar patrones de pensamientos
tóxicos, que está por encima de tus circunstancias, emociones, vulnerabilidad,
culpas, fracasos, derrotas y cualquier situación que te impida disfrutar la
vida en abundancia que Dios te ofrece.
Cuando pruebas el amor de Jesús y saboreas su amorosa bondad y tiernas misericordias, cada creencia equivocada comienza a disolverse.
-Joseph Prince
Recuerda que:
¡Eres amada por
Dios!
¡Dios no está
enojado contigo!
Su voluntad nunca
te llevará donde su gracia no pueda sostenerte.
Su provisión
siempre será más abundante que tu necesidad.
La opinión que
Dios tiene de ti es más importante que la tuya misma, y la de los demás. Por eso consideró que valías lo suficiente para dar su vida por ti.
El mismo Dios que
abrió el Mar Rojo, el mismo Dios que transformó el agua en vino, el mismo Dios
que venció la muerte para darnos vida, el mismo Dios que le devolvió la vida a
Travis Greene, es el mismo Dios que está contigo en medio de tu situación.
¡ES TIEMPO DE CREER!
Escuchar música de
Travis Greene (https://soundcloud.com/c1radioshow/intentional)
Feliz Semana,
Sandy