viernes, abril 17, 2015

LO MÁS IMPORTANTE EN LA BOLITA DEL MUNDO


Foto: Abbey Hendrick - CC







¿Puedes parar de tratar de convencer a Dios de que no mereces todo lo que Él quiere darte?

 – Iyanla Vazant








 



¿Por qué será que a veces se nos hace medio sospechoso la verdad de que Dios nos ama de manera incondicional?

No tenemos ningún problema creyendo que Dios nos ama —en plural—, pero es impresionante el choque interno que sufrimos cuando decimos “Dios me ama”. En ese momento nuestros errores, nuestros fracasos, nuestras metidas de patas, sacan un reporte detallado de todas nuestras faltas y hacen su mayor esfuerzo por convencernos de que Dios está enojado con nosotras y que hasta que no cambiemos Él seguirá con su cara de gruñón , exigiendo perfección de nuestra parte.

Recuerdo en mi época de adolescencia escuchar algunos pastores gritar desde la plataforma “¡Dios es amor, pero también es fuego consumidor!”, se  enfocaban más en el fuego que en el amor, sin explicar que su fuego consume todo aquello que nos aparta de nuestro propósito, sin avergonzarnos, destruir nuestra estima propia, ni asesinar nuestra dignidad.

Amiga, no importa tu historia, la gravedad de tus circunstancias ni la profundidad de tus heridas, Jesús es el cirujano perfecto. Su amor penetra a lo más profundo de nuestro ser, transformando nuestras cenizas en belleza para su gloria.


Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento.


 

Isaías 61:3 (NVI)

 


La verdad más importante que debes de creer y decirte a ti misma diariamente es esta: 
Dios me ama.

No importa que tan bajo hayas caído, no importa si te sientes indigna de su amor, no importa que tan lejos te sientas de Él, no importa cuán culpable te sientas, no importa todo el equipaje innecesario que has venido arrastrando por años, ¡Dios te ama! Y no existe nada en esta tierra ni en el cielo que lo haga cambiar de opinión, porque su amor no depende de ti, sino de Él. 

No puedes hacer nada —absolutamente nada—  para impedir que Dios te ame menos de lo que te ama. No hay pecado que su sangre no pueda redimir, herida que no pueda sanar, circunstancias que no pueda resolver, porque para Él todas las cosas son posibles.


Creer en Dios es la clave para recibir de Él. No importa qué haya sucedido en el pasado, si cree, usted también puede recibir una corona en vez de sus cenizas.


 

-Joyce Meyer

 


El amor de Dios no se razona, ni mucho menos se compara con experiencias y relaciones humanas. Su amor es sobrenatural, único, perfecto, incondicional, infinito, incomprensible y completo. Lo único que tienes que hacer es aceptarlo.

Obviamente, el enemigo va disparar a tu mente y a tu lógica sus mejores argumentos, no le hagas caso, es un mentiroso. Sabe que el día que recibas el amor de Dios, tu vida será transformada y su obra teatral llegará a su final.

No pretendas cambiar para merecer el amor de Dios , al contrario, Él quiere recibirte con tus heridas, temores, miedos, vergüenzas, inseguridades, maltratos, dilemas, secretos y todo aquello que te hace sentir vulnerable. En la medida que descanses en su amor y recibas la aprobación de tu padre celestial— en medio de tu imperfección— tu vida será transformada.

Te invito a orar…

Señor, tú me conoces, sabes todo lo que ocurre dentro de mí. Estoy cansada de dar vueltas en el mismo lugar, sintiéndome indigna de tu amor por mí. Perdóname por dudar de tu amor. Hoy te entrego mis cenizas y corro confiada a tu trono de gracia, donde me coronas con tu favor inmerecido, me vistes de justicia y cubres mi corazón de alegría y fiesta. Recibo tu amor por encima de mis razonamientos humanos y me aferro a esta verdad diariamente.

En El nombre de Jesús ¡Amén!

Recuerda: la verdad más importante en la bolita del mundo es que Dios te ama y no puedes hacer nada para hacerlo cambiar de opinión.


Escuchar Canción: https://youtu.be/hXSBMyQ5ppk


Feliz Semana,

Sandy