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Mientras
más rápido le creas a Dios, más rápido entrarás en su reposo.
No importa si usas iPhone, Samsung Galaxy o
Backberry. Si te gusta el café con leche o prefieres un espresso. Si te pasas hilo
dental antes de irte a dormir o te haces la loca y lo dejas pasar. Si te gusta
o no la canción “Uptown Funk” de Bruno Mars. Si te rasuras o te depilas. Si
consideras que WhatsApp es más chévere que Facebook o no… lo cierto es, que estás en
una montaña rusa, acabas de salir de una montaña rusa o vas a entrar a una.
Nos cuesta buñuelos entender que el camino de la
vida es como el gimnasio de nuestra fe—mientras más la ejercitemos más
desarrollaremos músculos de constancia, fortaleza, propósito significado y
felicidad— y eso se logra, a medida que aprendemos a
soltar y a descansar en el amor y en la bondad de Dios. Haciendo menos y
confiando más.
La vida es como una montaña rusa. Puedes vivir en ansiedad y temor cada vez que vayas en bajada o abrir tus brazos y disfrutar el viaje, porque sabes quién va a tu lado.
Si te has montado en uno de esos aparatos, sabes muy
bien que en algunas curvas sientes el corazón en la boca y las extremidades
como maracas. Lo mismo pasa cuando nos enfrentamos con situaciones que sacuden
nuestra estabilidad y nos viran la torta.
Pero cuando invitamos a Jesús a
bordo, hasta lo que fue planeado para nuestra destrucción sirve de plataforma
para promovernos.
En medio del caos y del estrés, cuando todo parece
estar patas arriba, cuando nuestras
emociones insisten en bailar zumba y las voces internas compiten por nuestra
atención, Dios nos urge a que entremos en su reposo—soltando la carga y
recibiendo su favor.
El Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso.
-Sofonías 3:17 (NVI)
Amiga, Dios quiere pelear tus batallas, quiere abrir
puertas a tu favor, quiere hacerte protagonista de su amor y bondad, lo único
que requiere de ti es que creas y recibas.
Él no necesita nuestro estrés, nuestros razonamientos,
nuestras preocupaciones, nuestros miedos, ni nuestra conmiseración. Nuestra
necesidad y nuestra fe es todo lo que nos pide.
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.
Mateo 7:7 (NVI)
No importa si prefieres agua o limonada. Pan blanco
o de granos. Retro o vintage. Té de tilo o de valeriana… para las montañas
rusas de la vida, lo único que necesitamos es a Jesús a bordo.
En su reposo
veremos la manifestación de lo imposible y la exposición de lo invisible. Él puede
hace muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir. (Ver Efesios
3:20)
¡Celebremos nuestra victoria!
Ver Video: (https://youtu.be/9A_6co-N6tQ)
Feliz Semana,
Sandy