Foto: Kathy Vitulano - Creative Commons |
CREER ES RECIBIR
Querida Hija,
Te veo tan afanada tratando de sobrellevar las
responsabilidades de tu recargada agenda. Físicamente cansada, emocionalmente
drenada y espiritualmente hambrienta. Vives como si estuvieras participando en
un maratón —a la carrera por llegar a la meta—, y me digo a mi mismo: “Si ella
supiera lo valiosa que es y lo mucho que la amo, apreciara más mi presencia.”
Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad
-Jeremías 31:3 (NVI))
Disculpa si te interrumpo, pero quiero decirte que
TE AMO SIN CONDICIONES. Te amo cuando me obedeces, te amo cuando haces las
cosas sin consultarme, te amo cuando eres feliz, te amo cuando estás deprimida,
te amo cuando te sientes especial y cuando piensas que no sirves para nada.
Nada, absolutamente nada, puede impedir que te ame
más de lo que te amo. Ni tus pecados, ni tus debilidades, ni tu mal genio, ni
tu mala actitud, ni tus malas decisiones. Te amo y punto. Nada podrá hacerme
cambiar de opinión.
¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!
-Romanos 8:39 (TLA)
Lamento haberme presentado sin previo aviso, pero
quiero decirte que TODOS TUS PECADOS ESTÁN PERDONADOS. La manifestación más
grande de mi amor por ti la encuentras en la Cruz. Dejé mi trono de gloria para
aprender de tu humanidad y así identificarme con tu vulnerabilidad, tus luchas,
tus debilidades, tus tristezas, tus enfermedades y tu dolor.
No hay nada en tu historia tan grave que mi sangre
no pueda redimir. La deuda de tus pecados la pagué con mi propia vida y
resucité para justificarte. ¡Así de grande es mi amor por ti!
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús
-Romanos 8:1 (NVI)
Permíteme insistir, pero quiero que sepas que ESCUCHO PACIENTEMENTE TODAS TUS ORACIONES,
hasta las que cruzan por tu mente y nunca verbalizas por vergüenza. No me
tengas miedo, no me tengas vergüenza, me encanta conversar contigo. Conmigo
puedes ser transparente y confesar tus pecados sin temor a ser rechazada. Yo
soy quien te cubre de amor y te viste de dignidad.
Conmigo puedes hablar de tus sueños, tus anhelos más
profundos y exteriorizar esas ideas locas que te da pena compartir con tus
amigas. Yo soy tu padre, tu amigo, tu hermano, tu esposo, tu novio, tu abogado,
tu fiel compañero, yo soy tu Dios y tú eres mi hija.
Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama.
-Hebreos 4:16(TLA)
Hija, mi gozo es tu fortaleza. ¿Sabes cuál es mi
gozo? Que te sientas amada, que recibas mi perdón, que entiendas tu posición
como hija y que valores mi voz por encima de todas las demás.
En la medida que recibas mi amor, en esa misma
medida disfrutarás de mi presencia y todo lo que tengo para ti. En mí tienes
todo lo que necesitas —desde tu estabilidad emocional, hasta la seguridad de
que tus pecados han sido perdonados. Desde sanidad física, hasta el
cumplimiento de todos tus anhelos. Desde paz interior, hasta amor en abundancia
para compartir con todos los que te rodean.
¡En mí eres completa!
Y como somos sus hijas, tenemos derecho a todo lo bueno que él ha preparado para nosotras.
-Romanos 8:17 (TLA)
Tu padre que te ama sin condiciones,
-Dios.
Ver video: (http://youtu.be/_MtxmUOLxeA)
Feliz Semana,
Sandy