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“Tu amor nunca falla, nunca se da por vencido, nunca
se agota para mí”
– Jesus Culture
¿Alguna vez has dudado del amor de Dios?
Yo creo que aunque no tengamos la valentía de
admitirlo, en algún momento nos hemos sentido abandonadas o ignoradas por
Dios. Quizá se nos hace menos complicado creer y orar por las necesidades de
otros, pero cuando se trata de nuestras necesidades hemos tenido reservas e
interrogantes.
Por mucho tiempo dudé del amor de Dios —mis temores
bailaban en mi mente como atletas con esteroide— hasta que Dios llegó a mi
rescate y en mi momento más oscuro no le
importó abrazar mis harapos… en mis momentos de mayor tristeza no le importó
manchar sus blancas vestiduras con el maquillaje que mis lágrimas hacían rodar
sobre mis mejillas…cuando pensé que no merecía
un nuevo comienzo, me envolvió en su manto de amor y me perfumó con su
Gracia.
Pero Él me dijo: “Te basta con mi Gracia, pues mi poder se perfecciona en tu debilidad.
-2Corintios 12:9
No importa qué situación estás enfrentando en este
día. No importa la gravedad de tus heridas. No importa el tamaño de tus
gigantes. Dios quiere que des un salto de fe a sus brazos, para que descubras
lo amada que eres y seas testigo de la esperanza fresca y maravillosa que sólo
la GRACIA de Dios es capaz de ofrecerte
Porque para nuestro Dios, nada absolutamente nada,
es imposible.
“Nuestra nueva realidad es: ¡Yo soy quien soy por la Gracia de Dios!”
-Dr. Earl Johnson
La voz del temor tiene muchos “Ringtones”. Puede
sonar a desesperanza, a fracaso, a miedo, a Dios no me quiere, a culpa, a vergüenza,
a condenación. Pero la dulzura de la voz de Dios llega con paso firme y sin
vacilación, alumbrando cada rincón de nuestro corazón, devolviéndonos nuestra
fe, nuestra confianza, nuestra integridad, nuestra fortaleza y nuestra
habilidad de soñar y comenzar de nuevo.
Ella está vestida de fuerza y dignidad y se ríe sin temor al futuro.
-Proverbios 31:25
Entonces cada noche antes de irte a dormir esperas
ese beso de buenas noches, acompañado de ese suave y amoroso susurro que te
dice: “Tus errores y tus faltas nunca me tomarán por sorpresa, pues yo sé todo acerca de ti. Tus
temores harán todo lo posible para convencerte de que estoy enojado contigo —
no le creas— porque yo tengo la solución
para cada uno de tus problemas y la provisión para cada una de tus necesidades.
Descansa en
mí hija querida. Yo soy quien pelea tus batallas. No midas tus necesidades con
la vara de tus debilidades, sino con el poder de mi sobreabundancia.
¡Camina en tu libertad!”
-Dios
Querida amiga que me lees, no permitas que el miedo
te robe la palabra que Dios ha sembrado en tu corazón.
Te invito a ver este hermoso video de Julissa:
Feliz Semana,
Sandy