Crédito: Charlotte - Creative Commons |
Una mujer auténtica, sabe lo mucho que le costó
descubrir su valor, para perder el
tiempo rindiéndole honor a las expectativas, críticas y opiniones que los demás
puedan tener de ella.
¿Has visto los videos de la campaña publicitaria “Real
Beauty” (Belleza Real) de Dove?
Todos están chulísimos, pero el que más me gusta es
el del parcho de belleza, donde una doctora, psicóloga y experta en imagen,
invita a un grupo de mujeres a probar un nuevo producto –RB-X The Beauty Patch- que promete
revolucionar la manera en que la mujer percibe su belleza.
Cada una de las participantes, de una manera u otra,
se sentía insegura, fea o inconforme consigo misma. Las recomendaciones fueron
las siguientes: Usar The Beauty Patch (El Parcho de Belleza) por dos semanas y llevar
un récord de su progreso diario a través de un video.
Al cabo de dos semanas las chicas regresaron a la
oficina de la doctora, felices con los resultados del parcho. Les preguntaron
si comprarían el producto, y todas dijeron que sí. Ahora bien, la historia te
deja en shock, cuando les preguntan si desean saber lo que contiene el parcho y
descubren que el parcho no tiene nada –absolutamente nada.
La campaña publicitaria termina con la siguiente
frase: “La belleza es un estado mental”… ¿Qué tal?
Los mejores halagos que una mujer puede recibir son los que vienen de ella misma.
¿Qué mujer no se ha sentido insegura alguna vez? Desde niña, la inseguridad fue mi fiel compañera de viaje. Siempre llevaba a
mano una lista de exigencias que yo tenía que esforzarme por cumplir al pie de
la letra – ser extrovertida, vestirme de tal o cual forma, aunque me sintiera incomoda,
participar de actividades de moda y relacionarme con “amigas” con más caretas
que una tienda de disfraces… ¡Que tortura!
Pero como no hay mal que dure cien años, ni cuerpo
que lo resista, Dios llegó a mi rescate
y hoy, a mis 43, no me cambio por nadie… pero por
nadie.
Cuando una mujer descubre quien es, no hay nada que le impida conquistar su propósito, desarrollar su potencial y alcanzar sus metas.
El secreto está, en entender que no necesitas una
fórmula mágica para sentirte segura de ti misma y descubrir lo mucho que vales.
Simplemente necesitas acercarte a Dios con tu mochila de inseguridades, tu maleta
de fracasos, tu lonchera de temores, tu paraguas de sueños y un corazón deseoso
de conocer la libertad.
Por lo que a mí toca, siempre pongo mi confianza en el gran amor de Dios; yo, en su presencia cobro vida como árbol cargado de frutos.
Salmo 52:8 (TLA)
Como puedes ver, no hay nada que te impida ser tu
misma. Dios no te creó para que fueras una fotocopia. Dios es creativo,
divertido amoroso y original. Así que deja de buscarle la quinta pata al gato y
celebra todo aquello que te hace única, valiosa y especial.
Shine Bright!
¡Feliz Semana!
Sandy
Sandy@friendshiplatte.com