Foto: Luca Rossato - Creative Commons |
"Cada vez que huyo del miedo, en vez de enfrentarlo en
fe, pierdo la oportunidad de que la voluntad de Dios se haga en mi vida."
– Rick
Warren
Generalmente llega sin avisar. Le importa tres pitos
si estamos listos o no para su llegada. Con valijas en mano, llega a nuestra
vida, se acomoda en nuestra casa, invade nuestro espacio, cambia nuestra rutina
y asalta nuestra estabilidad emocional con pistolas de confusión, bombas de miedo y escopetas
de incertidumbre.
Su eslogan
siempre es el mismo: “Ando en una misión secreta y de ti depende si mi estadía
será temporal o permanente”.
Como no era la primera vez que la imprudencia del
dolor me visitaba, desde mi impotencia y con las pocas fuerzas que me quedaban
le dije:
Si caigo es para levantarme. Si me levanto es para
seguir adelante. Si sigo adelante, lo haré de la mano de Dios. Si lo hago de la
mano de Dios, descubriré mi propósito. Si descubro mi propósito, viviré cada
día con gozo y significado. Si vivo con gozo y significado, desarrollaré mi
potencial. Si desarrollo mi potencial, seré un canal de bendición para otros.
Si soy un canal de bendición para otros, verán el carácter de Dios reflejado en
mí. Si ven el carácter de Dios reflejado en mí, querrán lo que yo tengo. Si
quieren lo que tengo, se acercarán a Dios. Si se acercan a Dios, serán protagonistas de grandes historias de
amor y crecimiento...
“Aunque quedes hecho polvo de este proceso de
amargura, de ese mismo polvo Dios va a hacer una escultura.”
- René González
Cada cierto tiempo recibimos la visita inesperada de
esos días grises, donde nos sentimos desanimados, sin fuerzas, sin deseos de
luchar por nuestros sueños. Días donde el miedo y el dolor soplan con la fuerza
de un tsunami, en contra de nuestra fe y estabilidad emocional.
Aprovecha tu estadía en el desierto, porque es ahí
donde conocerás la grandeza de Dios y serás capacitado para conquistar tu
tierra prometida.
“Tiempos de transición”, así prefiero llamarlo.
Porque nos permite ver el proceso como algo pasajero que llega para darnos la
oportunidad de crecer, de aprender algo nuevo y de ver una vez más, la mano de
Dios obrar en nuestras circunstancias de manera sobrenatural.
Dios promete poner fin a la desgracia que ahora
sufren y a la vergüenza que ahora sienten.
-Sofonías 3:18b (TLA)
Derrama tus lágrimas en su presencia y espera
pacientemente. Tu dolor es un “empujoncito divino” para tu engrandecimiento. Dios nunca nos dará una prueba mayor que la
que podamos soportar.
¡Saldrás de esta!
Ver Video: http://youtu.be/vTLkZpMVZZk
Feliz Semana,
Sandy