Foto: Andrea Kuhn - Creative Commons |
La inseguridad es el resultado de darle mayor
importancia a la opinión de los demás, que a la opinión de Dios.
Esta es la historia de Wanda, un ventilador, que
creía estar viviendo sus mejores años,
Se pasaba los días frente al ventanal de la terraza, disfrutando del paisaje,
mientras el flujo de aire fresco hacia
girar sus aspas.
Cuando todo marchaba bien, se sentía segura de sí
misma, de su potencial y de su propósito en la vida. Pero cuando el viento no
soplaba a su favor, se sentía improductiva y sin rumbo. Aunque nunca se quejó,
en lo más profundo de su corazón se escondía un vacío inexplicable.
Por mucho tiempo ese “yo-yo” emocional fue su
realidad, hasta que su vida fue trasformada radicalmente, al ser conectada por
primera vez a la electricidad.
Descubrió que estaba equipada con tres velocidades,
y que su verdadero propósito era
refrescar a otros. Conocer su verdadera identidad, le ayudó a desarrollar su
potencial, y a vivir una vida plena y feliz.
Si no nos entregamos a Dios, nos entregaremos a las opiniones o expectativas de otros, al dinero, al resentimiento, al temor, a nuestro deseo o a nuestro ego.
- Rick Warren
Al igual que el ventilador, mientras hagas las cosas en tus propias fuerzas, disfrutarás de una confianza condicionada a tus circunstancias. Pero cuando te enchufas a la sobreabundancia de Dios, serás suficiente en su suficiencia.
Es una trasferencia sencilla: le das todo lo que
eres y lo que no eres, a cambio de todo lo que Él es.
Cuando sabes quién eres no necesitas tener lo que
otros tienen para sentirte completa. En Dios alcanzas tu potencial, vives con propósito
y eres feliz.
Cuando tu autoestima y seguridad en ti misma pasa a ser un reflejo de las riquezas de Dios, entonces y solo entonces serás libre para:
1) Acercarte
libremente a Dios. Independientemente de tus de tus errores y debilidades.
2) Disfrutar
de todo lo que haces.
3) Crecer,
mejorar y superarte cada día.
4) Aprender
de tus errores y no ser prisionera de ellos.
5) Ser
tu misma todo el tiempo.
6) Basar
tu valor en la opinión de Dios y no en la de los hombres.
7) Alcanzar
tu potencial y descubrir tu propósito
Un ejemplo perfecto es el caso de Francina Hungría, una joven dominicana, quien sádicamente perdió la vista en manos de unos delincuentes, quienes le dispararon en la cara.
“Los delincuentes que me hicieron esto se los dejo a las autoridades. A mí lo que me toca es convertirme en una persona productiva desde mi nueva posición de no vidente.”
-Francina Hungria
Francina perdió la vista, pero no su confianza en
Dios, ni en sí misma.
¿Qué cambios
necesitas hacer para activar las confianza en ti misma?
Ver video: (http://youtu.be/Y51bBBu48ps)
¡Feliz Semana!