Fuiste diseñada para bailar sobre las olas de la adversidad. No para morir ahogada en ellas
¿Cuál es tu plan de acción cuando tu mundo se torna
patas arriba?
Nadie se escapa del fracaso, del dolor, de las desilusiones, de los días grises, ni de las noches largas. Las tormentas de la vida llegan sin avisar. No tienen la delicadeza de enviarte un tweet o un mensaje de texto, y hacen su entrada triunfal con actitud desafiante, sin revelar su fecha de partida.
La buena noticia es, que aunque no puedes controlar
la magnitud de la tormenta, sí puedes definir con anticipación la calidad de tu
refugio, tu actitud, y el resultado anhelado.
Puede parecer imposible, pero Dios puede hacer lo
imposible. Donde Dios da visión, siempre provee. - Joel
Osteen
Existen dos maneras de transitar el camino de la
adversidad:
1) Vivir
la vida a través de los lentes del temor.
2) Vivir
la vida a través de los lentes de la fe.
Pero, cuando la fe es tu motor de vida, entiendes que
las grandes oportunidades vienen disfrazadas de oposición y la pregunta
dominante es - ¿Qué área de mi vida está siendo transformada? Miras la tormenta
como un periodo de transición, que te conecta con tu propósito, tu potencial y
tus talentos.
Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera, que pronto pasa; pero nos trae como resultado una gloria eterna mucho más grande y abundante. Porque no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve, ya que las cosas que se ven son pasajeras, pero las que no se ven son eternas.
2
Corintios 4:17-18 (DHH)
La presencia del dolor no es la ausencia de sanidad.
¡Confía!
La presencia del temor no es la ausencia de fe. ¡Créele
a Dios!
La presencia de la tormenta no anula la existencia del sol. ¡Espera!
La presencia de lo imposible no limita el poder de Dios. ¡Abraza la esperanza!
La presencia de la tormenta no anula la existencia del sol. ¡Espera!
La presencia de lo imposible no limita el poder de Dios. ¡Abraza la esperanza!
(Ver video: http://youtu.be/A3PDXmYoF5U)
¡Feliz Semana!