Foto: Katiew - Creative Commons |
En la economía de Dios se cree antes de recibir.
Si del cielo nos caen limones nuestra responsabilidad
es hacer deliciosas y refrescantes limonadas; pero ¿qué pasa si los limones están podridos? No
tenemos más remedio que sacarle las semillas, plantarlas y esperar pacientemente.
No hay de otra “my friend”.
Hay dos maneras de emprender el viaje de la vida:
Una es con los pies descalzos y la otra es sobre ruedas.
Pies Descalzos
Si te lanzas de esta manera, dependes de tus
talentos, fortalezas y capacidad humana para resolver las cosas. Es decir en
tus propias fuerzas.
Inconscientemente usas a Dios como un botón de
emergencia y no como la fuente de vida que
es.
…Pues sin mí no pueden ustedes hacer nada.
Juan 15:5
(DHH)
¡Sin Dios no vamos para ningún lado!
Sobre Ruedas
Andar sobre ruedas es validar la palabra de Dios por
encima de nuestras circunstancias,
emociones sentimientos y opiniones.
Dios SIEMPRE cumple lo que promete, por esa razón
debemos ver sus promesas como el título de propiedad que garantiza y
confirma nuestra victoria.
No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a
Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Filipenses 4:6 (DHH)
¿Ves? Dios
quieres darnos lo mejor; no quiere que andemos preocupados y afligidos.
Dios quiere que confíes en Él y te adueñes de cada
una de sus promesas, para que vivas la vida en abundancia que Él diseñó
exclusivamente para ti.
Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense!
Filipenses 4:4 (DHH)
¡Dios quiere verte feliz!
Ora por todo; aduéñate de sus promesas; camina en
fe, no en tu estado de ánimo, y verás la
paz de Dios en plena acción cubriendo tu vida. ¡Así de especial es Dios!
La fe nos ayuda a entrar en el reposo de Dios,
porque no tenemos que razonar ni buscarle la quinta pata al gato. Nuestra función
es creer.
Yo ando sobre ruedas ¿y tú?
Feliz Semana J