Foto: Robert Conrad - Creative Commons |
Como yo sé en quien he creído, decido celebrar la
primavera en el invierno de mis circunstancias, ¡porque con Dios siempre salgo
ganando!
Como Dios no se muda de vecindario…
Sigue creyendo radicalmente en el cumplimiento de
sus promesas sobre tu vida y la de los tuyos. Cada conversación con Dios
te reanima, te renueva, te llena de
esperanza. Así que usa esta prueba para ejercitar la paciencia. Espera con
buena actitud.
Como Dios no toma vacaciones…
Cada nuevo amanecer, sintoniza tus pensamientos y palabras a la emisora de
Dios. Así que usa esta adversidad para crecer. Los tragos amargos son
fuente de fortaleza, madurez y sabiduría... aprovecha cada parte del proceso.
En el día de mi desgracia…mi apoyo fue el Señor. Me
sacó a un amplio espacio; me libró porque se agradó de mí. Salmo17: 18-19 (NVI)
Como Dios no es sordo ni ciego…
Mantén la calma –tranquila como una foto- porque su
poder no se intimida por la complejidad de tus circunstancias. Así que usa esta
situación para mejorar tus áreas débiles. Los momentos de mayor dificultad son
SIEMPRE oportunidades que Dios usa para promover nuestra fe.
Como Dios no tiene en agenda jubilarse…
Sonríe; cuenta tus bendiciones; disfruta el hoy,
porque si lo piensas bien, te darás cuenta de que Dios sólo esculpe piedras
preciosas. Así que usa este percance para sentirte especial y cuidada por
Dios. Su Gracia te sostiene. No temas.
Si caes es para levantarte, si te levantas es para
seguir adelante, si sigues adelante es para llegar a la meta. Y si llegas a la
meta recuerda que lo mejor está por venir. ¿Sí o sí?
¡Feliz Semana!
Sandy J