Foto: Gloria Garcia - Creative Commons |
Cuando estés a punto de perder la paciencia con
alguien, recuerda lo bueno, misericordioso, y paciente que Dios ha sido contigo.
¿Alguna vez te ha tocado lidiar con personas que con
sus actitudes y comentarios le encebollan el hígado hasta al más pacifista? Sí,
me refiero a esas personas que su falta de tacto hace que nuestro rostro
reaccione con movimientos involuntarios,
parecidos a los de “Betty La Fea” cuando
se pone nerviosa.
¡Cuanta algarabía! ¡Yo sabía que no era la única con este dilema!
Así que sin más preámbulos, para el latte de hoy vamos a necesitar
un guante de baseball, una malla ciclónica, una lija y mucha imaginación.
¡Manos a la obra!
Estrategia # 1: Guante de Baseball
Atrapa la ofensa antes de que establezca raíces en
tu corazón. Mira más allá de las palabras y no lo tomes personal.
En la mayoría de los casos, detrás de cada actitud,
reacción o palabra equivocada, se esconde un corazón herido, confundido,
inmaduro y temeroso. Trata a los demás con misericordia.
Estrategia # 2: Malla Ciclónica
¿Por qué una malla ciclónica y no una pared?, porque
la idea no es rechazar al ofensor y aislarlo completamente, sino establecer
limites saludables, para evitar abolladuras futuras.
Tú eres el mayordomo de tu paz, felicidad y estabilidad
emocional. No hay nada que defina más territorio que las letras "N" y "O". Juntas son dinamitas.
Aprende a decir NO.
Aprende a decir NO.
Los
tontos fácilmente se enojan; los sabios perdonan la ofensa. Proverbios 12:16
(TLA)
Estrategia # 3: La Lija
Una lija sirve para pulir, suavizar y alizar
superficies ásperas, desniveladas y desiguales.
Las personas difíciles que se
cruzan en nuestro camino son herramientas muy útiles para refinar áreas en
nuestras vidas que necesitan mejorar.
“Si
el filtro de tu comunión con los demás es Jesucristo, entonces podrás aceptar a
todos tan como son.” – Daniel Calveti
Estrategia # 4: Mucha Imaginación.
Hay que ponerle un poco de humor a todo para refrescar
el ambiente. Así que la próxima vez que te toque lidiar con una persona
conflictiva, imagínate su cara como un frutero, para que te acuerdes de practicar los Frutos de
Espíritu (amor, gozo paz, paciencia, bondad, dominio propio, mansedumbre, amabilidad,
fidelidad).
El crecimiento personal no es gratis. Cuesta mucho. Pero si estás dispuesto a crecer alcanzarás tu potencial en
la vida.
Pon en práctica estas estrategias y cultiva
relaciones saludables.
¡Feliz y productiva semana!
Sandy