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Hablar con Dios hace que las cosas cambien, y dejar
que Dios te hable hace que tú cambies. Te hace fuerte, te hace firme, te llena
de valor y determinación. – Saulo Hidalgo
¿Qué es una promesa?
Una promesa
es la expresión de la voluntad de una persona de hacer algo, y comprometerse a cumplirlo. Pero cuando una
promesa viene de parte de Dios, la cosa pasa a mayores: Es su palabra, su convenio,
su compromiso, su juramento, su pacto, su voluntad para nuestras vidas y…
¡Un acto de celebración!
¡¿Qué mejor noticia que saber que Dios siempre
cumple sus promesas?!
Es como despertar cada mañana con una ovación
celestial, garantizándote la victoria en todas las áreas de tu vida.
Los
que confían en Dios son como el monte
Sión, que nadie puede moverlo.
¡Permanecerán para siempre! Salmo 125:1 (TLA)
Dios quiere que seas heredero absoluto de todas sus
promesas. No costos, no gastos de envió; entrega directa a tu corazón, con
garantía eterna.
Activa tu fe,
refresca tu espíritu -intencionalmente, a través del inefable patrimonio
de La Esperanza.
Festeja cada día la capacidad que Dios te ha dado de liderar tu mente, voluntad y emociones, en su dirección (voluntad de Dios a través de su palabra), para desarrollar tu potencial y alcanzar tus sueños.
Festeja cada día la capacidad que Dios te ha dado de liderar tu mente, voluntad y emociones, en su dirección (voluntad de Dios a través de su palabra), para desarrollar tu potencial y alcanzar tus sueños.
Las
promesas de Dios son como un cheque al portador, sólo tienes que creerlas y
depositarlas en tu corazón para que estén disponibles de inmediato en el
balance de tu vida.
Como canta Jean Manuel Serrat, “Hoy es un día
imposible de recuperar. Un ejemplar único no lo dejes escapar.”
Cree, recibe y celebra las promesas de Dios.
¡Son tuyas!
Feliz Semana
Sandy