La mujer es como una bolsa de té. No sabes lo fuerte que es hasta que la sumerges en agua caliente. Eleanor Rossevelt
Cuando pensamos en desierto, automáticamente nuestra mente dibuja un lugar seco, improductivo, solitario, caluroso, sofocante, lleno arena, rocas, cactus, culebras y camellos. Pero al norte de Chile se encuentra el famoso Desierto de Atacama, que a pesar de ser el lugar más árido del planeta, milagrosamente se transforma en una alfombra de flores multicolor, cuando las abundantes lluvias de Mayo sorprenden a todos con su llegada, refrescando y fertilizando lo estéril.
Se estima que más de 200 especies de flores adornan este gigantesco jardín, por eso El Desierto de Atacama, también es conocido como El Desierto Florido, atrayendo a miles de turistas de todas partes del mundo, deseosos de presenciar el majestuoso pincel de Dios.
Oramos para que Dios cambie nuestras circunstancias, oramos para que las pruebas no ahoguen nuestra fe, pero no debemos olvidar que el propósito de Dios es que aprendamos a florecer en medio de nuestros desiertos.
Dios te ama, sus planes son perfectos para ti, sus promesas son el titulo de propiedad de tu victoria… ¿Por qué temer? Todo va a salir bien. Ya conoces el final de la historia.
Entre llantos vendrán, y entre consuelos los conduciré. Los guiaré a corrientes de agua por un camino llano en el que no tropezarán. Isaías 31:9a (NVI)
Un soldado temeroso, llorón, negativo, gallina, no intimida ni a un mosquito. Pero una mujer segura de su posición en Dios, no hay prueba que le robe la esperanza de ver la lluvia fresca de mayo, germinar sus semillas de fe.
¡No desperdicies tu aflicción! ¡Sácale partido a tus lágrimas! ¡Alégrate en medio de la prueba!
Convertiré su duelo en gozo y los consolaré, transformaré su dolor en alegría. Isaías 31:13b (NVI)
¡Pa’lante mi gente! Con Dios todo es ganancia.
Feliz Semana,
