La manera más efectiva de atravesar la adversidad , no es rendirnos ante el temor, sino más bien, confrontarlo con pasos firmes llenos de fe , esperanza, valentía, y perseverancia ,en aquel que tiene el poder que transformar lo absurdo e incoherente en un mundo de nuevas oportunidades.
Mi arbolito de navidad es uno de esos artificiales, que tienen las luces incluidas. Esta semana decidimos ponerlo, y para nuestra sorpresa cuando lo encendimos, una parte de las luces dijeron-hasta aquí llegamos, my friend.
Mi esposo estaba tratando de buscar la lucecita que había causado el apagón, pero eso estaba más complicado que hacer un curso de macrame por correspondencia. “Muchacho, olvídate de eso, mañana a primera hora busco una caja de luces y aquí no ha pasado nada”, le dije.
Llegué con mi caja de luces y poco a poco fui llenado los espacios apagados, y en cuestión de unos minutos, mi arbolito estaba alumbrado de pie a cabeza. ¡Qué bien! , como diría Tony Dandrades.
Dios opera de la misma manera, cuando los golpes inesperados de la vida nos hacen sentir impotentes y sin salida, la Gracia de Dios hace su entrada triunfal, absorbiendo nuestra insuficiencia en su abundancia, alumbrando nuestras áreas de debilidad, con el poder restaurador de su amor.
Cuando te llamé me respondiste; me infundiste ánimo y renovaste mis fuerzas.
Salmo 138:3 (NVI)
Hay situaciones que tienen la capacidad de paralizarnos y drenar nuestras fuerzas, pero NO debemos detenernos y rendirnos. Es tiempo de seguir caminando, de seguir creyendo, de refugiarnos en el regazo de nuestro Dios, y ver su mano de poder y misericordia cubrirnos en su suficiencia.
Desde mi angustia clamé al Señor y él me respondió. Salmo 118:5
Deja que la luz de Dios resplandezca y brille en la oscuridad de tu situación. Dios nunca deja a sus hijos caer en vergüenza.!Oye que te lo digo!
Feliz Semana,
