Las debilidades de nuestra personalidad no están ahí para hacernos sentir inadecuados, sino para afianzar nuestra dependencia en Dios.
Bueno… llegamos a un lounge , un lugar muy chulo por cierto. Si me hubieran puesto a elegir , sin pensarlo dos veces, me hubiera ido como una bala a dormir al hotel. Estaba súper cansada, tenía mi visita mensual y queria acostarme – no tengo ningún problema levantándome tempranito en la mañana, pero después de las diez de la noche, mi cuerpo grita: ¡camita time!... Cada loco con su tema.
Le dije a mi cuerpo que se dejara de cuentos, ya que un día al año no hace daño; además, estaba de vacaciones, lejísimo de mi casa y en compañía de un grupo de buenas amigas… o sea ¡cero estrés!
Todas andaban con pilas nuevas y hablaban como si se hubieran tragado una bitrola. Luego llegó la mesera para tomar la orden de las bebidas y en ese preciso momento mis emociones chillaron a todo pulmón : ¡ tú no tomas! , ¡éste no es tu ambiente! , ¡ ¿no te das cuenta de que estamos como pez fuera del agua?! … Ignoré mis argumentos internos y sin ningún tipo de complejos ordené un vaso de agua . No soy de Vodka, de Martinis ni de Mojitos , pero eso no fue excusa para dejar de celebrar el momento.
Cuando salimos de nuestra zona de confort,nuestras emociones reaccionan de la misma manera que las hormigas cuando les echan insecticida-sin rumbo. Ese es el momento perfecto para activar nuestro botón de emergencia , rendir nuestras armas y depender totalmente de Dios.
pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9 (NVI)
Nuestras diferencias, nos hacen ser únicos y especiales. Dios sabía muy bien lo que estaba haciendo cuando te creó. Lo que muchos han juzgado como defectos, son valiosas oportunidades para ver la grandeza de Dios obrar en ti. Cada día nos sobran oportunidades para crecer, mejorar y madurar.
Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús. Filipenses 4:19 (NVI)
LLegó la hora del brindis, levantamos nuestros vasos y la belleza de cada peronalidad se vio reflejada.
Cuando te sientas como pez fuera del agua, aprienta el botón de emergencia y deja que Dios te envie su camara de oxigeno.
Feliz semana,