viernes, julio 29, 2011

¡EXHIBE TUS PERLAS CON ORGULLO!



Dios no está en el negocio de condenar a las personas, pero sí en el de amar, restaurar y convertir heridas en nuevas oportunidades.





Sólo quien ha pasado por la cruda realidad de un divorcio puede entender a un divorciado. Gracias a Dios por los psicólogos, psiquiatras y consejeros, que a través de sus terapias ayudan a tantas personas, PERO hay que estar dentro del agua hirviendo para saber verdaderamente lo que se siente.

Hace muchos años me tocó vivir un proceso de divorcio junto con mi niña, quien en ese entonces tenía un poco menos de cuatro años. Fue una experiencia emocionalmente desgastadora y extremadamente dolorosa. ¡Gracias a Dios por los buenos amigos! Dios nos bendijo con personas que fueron nuestro refugio, nuestro pañito de lágrimas y nuestras muletas por mucho tiempo.

Lamentablemente,también me toco lidiar con situaciones y personas muy difíciles.Con comentarios hirientes, carentes de entendimiento y amor, PERO Dios nunca nos abandonó. La palabra RESTITUCIÓN se hizo realidad en nuestras vidas y Dios sigue honrando cada lágrima derramada.

¡Así de especial es nuestro Dios!

Sácale provecho a tus días grises. Tus lágrimas no se quedan en tu almohada; son como el nácar que segrega la ostra, en el proceso en que la perla es formada.

¡Exhibe tus perlas con orgullo! Porque son el reflejo del amor incondicional de Dios, de su bondad, de sus nuevas oportunidades, de su favor inmerecido, de su perdón, de su poder restaurador.

Dios no está en el negocio de condenar a las personas, pero sí en el de amar, restaurar y convertir heridas en nuevas oportunidades.

¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte.

En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total.
Romanos 8:35,37 (Traducción Lenguaje Actual)



Feliz Semana,

Sandy